La población infantil de Córdoba se hunde un 17% la última década, con 20.608 niños menos

Córdoba protagoniza una última década en la que, con la excepción de un ejercicio, en todos ha sufrido descenso de la cifra de residentes. Con una población en edad de tener hijos menguada, el número de niños ha sufrido en los últimos diez años una caída del 17%. Por el contrario, el colectivo de la tercera edad creció cerca del 14%.

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Francisco Poyato

Entre abril de 2023 y 2024 se ha dejado 3.711 residentes, según datos provisionales del INE, y fija su total en 770.867

Son las grandes conclusiones que deja el análisis de la Estadística Continua de Población del INE, repasando los indicadores a fecha de 1 de julio. Eso sí, antes de diseccionarlos, hay que advertir de que los relativos a 2024 y 2023 son aún provisionales.

Entre primer día de julio de 2014 e idéntica jornada del mismo mes del presente ejercicio, Córdoba ha perdido un 3,1% de sus residentes. El porcentaje maquilla el serio problema que sufre nuestro territorio. En números contantes y sonantes, la sangría impresiona más. En esos diez años, la provincia ha visto disminuir su cifra de vecinos en 24.495. Es, para hacernos una idea del drama demográfico que se sufre por estos lares, peor que si de golpe hubiera desaparecido Montilla (22.298 censados a fecha de 1 de enero de 2023, último indicador disponible para municipios).

De 795.447 ciudadanos se ha caído a 770.952. En la última década, sin embargo, España, pese a sufrir también problemas demográficos, sí ha logrado elevar su población. Consiguió incrementarla un 5,1%.

Para este choque de tendencias resulta muy importante la evolución de la población extranjera. Córdoba no ha sido nunca un territorio interesante para quienes arriban a España, dada la tradicional debilidad de su economía. Prefieren buscar territorios más prósperos, en los que poder orientar mejor su futuro laboral. Y nuestra tierra pierde un colectivo con unos niveles de natalidad más altos que los de los españoles. Para comprobar el efecto de ello, basta ver lo sucedido en el conjunto de la nación en el lapso temporal que aborda esta información.

En los diez años estudiados, la población española creció un 0,6% (+254.143). Y los habitantes foráneos se dispararon casi un 47% (+2,1 millones). Por estos lares, a diferencia de lo sucedido en el país, los residentes nacionales sufrieron una bajada del 4%. De 774.706 bajaron a 743.487. Es decir, fueron 31.219 menos. No fue suficiente para lograr un saldo positivo el buen comportamiento de la población extranjera, cuyo crecimiento, eso sí, se quedó por debajo del que experimentaron en la nación. Los foráneos que viven en la provincia pasaron de ser 20.741 a 27.465. El aumento fue del 32,4% al contabilizar a 6.724 más.

La pérdida de españoles en Córdoba es otro elemento negativo de su demografía, que también está ligado a la reseñada endeblez estructural de su economía. Son aún muchos los que siguen teniendo que emigrar y dejar la provincia atrás para hallar un medio de vida estable.

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Entre los primeros compases del verano de 2014 y los del presente estío, fueron 30 las provincias españolas que lograron aumentar sus residentes. Las otras 22 experimentaron pérdidas. Córdoba fue el decimocuarto territorio que perdió más población. El peor comportamiento lo registró Zamora, que por el camino de los últimos diez años se ha dejado atrás al 10% de su población.

Eso sí, más allá de esa posición, hay indicadores especialmente inquietantes para nuestra provincia. De los diez últimos ejercicios, sólo en uno logró un aumento de la población y fue pequeño -a 1 de julio de 2023, se anotó una subida interanual del 0,1%-. Y el descenso experimentado en el último ejercicio fue prácticamente el peor de la serie abordada. Los prácticamente 771.000 ciudadanos que se contabilizaban en el arranque del pasado mes fueron un 0,48% menos que 365 días antes. El dato peor de la última década lo ostenta, por una centésima, el saldo a 1 de julio de 2021 -con el Covid aún sembrando de drama el mundo-, cuando el descenso fue del 0,49%.

Y en los últimos 365 días, el citado retroceso de los residentes del 0,48% convierte a Córdoba en la segunda provincia de España donde más descendió la población. Sólo tuvo un indicador peor Zamora y fue por centésimas: bajada del 0,5%. Y hay que reseñar que únicamente nueve territorios del país vieron menguar sus habitantes entre julio de 2023 y el mismo mes de 2024.

El paso de estos 3.650 días ha mermado en la provincia especialmente al colectivo de los niños. De 121.790 residentes de cero a catorce años se pasó a 101.182. El cruce de ambos indicadores supuso que encogiera un 16,9% al contabilizarse 20.608 menores menos en esta franja de edad. De suponer 15 de cada cien habitantes pasaron a representar el 13,1%. Eso sí, es el mismo peso, que tienen ahora en España.

Lo que se ha indicado es la media, porque, si se baja un peldaño más en la escala de edad, se observa el desplome que sufrió la cifra de los más pequeños de la casa. En Córdoba, a 1 de julio del presente año se contabilizaban 28.579 niños de cero a cuatro años, cuando una década antes ese guarismo se elevaba a 37.816.

Esas cifras se traducen en un retroceso del 24,4%. Es una caída muy similar a la que experimentó este colectivo en la nación (-24%). Y el grupo de los que tienen entre cinco y nueve años también sufrió un considerable batacazo. Se redujo un 20,1% al pasar de 42.456 pequeños a 33.925. El descenso fue mucho más acusado que el que tuvo este colectivo en la nación (-12,7%).

El único grupo de habitantes que creció en los últimos diez años en la provincia fue el de la tercera edad. Se nota la mayor esperanza de vida, y eso que en este ciclo temporal se dejó sentir el drama del coronavirus, que castigó especialmente a las personas mayores. De contabilizarse 145.424 ciudadanos con 65 años o más se saltó a 164.470. Redondeando fueron 19.000 más. Eso se tradujo en un aumento del número de efectivos de este grupo de edad del 13,1%.

Al ganar integrantes en un colectivo global en retroceso su peso en el conjunto de la población dio también un salto considerable. El 1 de julio de 2014, el 18,3% de los residentes en la provincia pertenecía a la tercera edad. Una década después, ese porcentaje se elevó al 21,3%. La presencia de los ciudadanos de 65 años o más en Córdoba es mayor que en el conjunto de la nación, donde este grupo representó, de acuerdo al último dato disponible, al 20,6% de los residentes.

Una disminución igualmente considerable de efectivos se produjo entre quienes tienen entre 15 y 29 años. El número de adolescentes y jóvenes se situó en el arranque de este verano en 125.224. Esa cifra es inferior en prácticamente un 11% a la que se observaba en idéntico momento de 2014. De representar al 17,7% de toda la ciudadanía bajaron a ser el 16,2%.

Por último, el colectivo de quienes tienen en su DNI entre 30 y 64 años soportó igualmente bajada, aunque fue más moderada. El descenso fue del 2%, pues pasó de 387.717 residentes a 380.076. Su peso varió ligeramente al alza: de representar al 48,7% del conjunto de la población a suponer el 49,3%.

Cuando la lupa se acerca más a este último grupo, se observa un aspecto muy preocupante: son los contundentes retrocesos que se dan en la cifra de habitantes que están en edad de tener hijos -hay que tener en cuenta que el momento de la paternidad y la maternidad se va retrasando por las dificultades para lograr estabilidad en el mercado de trabajo-. En la provincia, el conjunto de ciudadanos de entre 30 y 34 años experimentó en la última década un retroceso del 18,7%. Y los que se mueven entre los 35 y los 39 sufrieron un descenso aún mayor: -22,5%. La caída de los que tienen entre 40 y 44 fue menor: -11,1%.