Viviendas

La periferia y el Casco Histórico, focos de las últimas okupaciones en Córdoba

Las asociaciones constatan salidas rápidas tras las últimas acciones, casi siempre en casas de particulares

Los vecinos se organizan para protegerse cuando detectan que pueden entrar en algún lugar

Desalojan por segunda vez a seis okupas de un chalé en venta en la zona de las Ermitas

Desalojo de un chalé la semana pasada en Córdoba Rafael carmona

Vigilancia y alerta son las herramientas que los vecinos, muchas veces los principales perjudicados, tienen frente al fenómeno de las okupaciones, que en ciertos puntos de Córdoba continúa siendo un problema de convivencia. Son a veces efectivos, pero no evitan el problema, que se ... da en zonas concretas de la ciudad y con rasgos distintos.

Así, pueden ser en las barriadas periféricas, pero también en la zona de la Sierra, con la okupación, como sucedió en esta semana, de casas de alto nivel que en ese momento están desocupadas. Y también se dan en el Casco Histórico, muchas veces en edificios en un estado de conservación muy precario en los que viven personas que no tienen acceso a muchas más posibilidades.

En Villarrubia, por ejemplo, se han dado en los últimos meses algunos casos, pero se han resuelto de forma rápida. En otros lugares hay okupaciones de viviendas que estaban en manos de los bancos al no poder hacerse cargo del pago sus propietarios, pero allí los casos son distintos, como afirma el presidente del Consejo de Distrito, Juan Miguel Caballero, que además insiste en que la raíz del problema está ante todo en la falta de presencia policial en la zona.

Apenas hay un agente por las mañanas los días laborables y esto resulta insuficiente para atender a los problemas que se dan en esta zona. Hace unas tres meses sí hubo una okupación de un chalé, que se resolvió en un período de tiempo relativamente corto.

Se trata, explicó, de un matrimonio de personas mayores que tuvo que salir de la casa que habitaba por algún motivo. En muy poco tiempo lo ocuparon personas ajenas, aunque se llamó a la Policía de inmediato. En ese momento no se pudo impedir, aunque los agentes no tardaron en llegar más de veinte minutos.

Sí se arregló en poco tiempo, cuando los familiares denunciaron la situación y se pudo desalojar la vivienda para que dispusieran de ella sus legítimos propietarios.

Bancos o particulares

En esta situación, provocada en parte, como insiste el presidente, por la falta de presencia policial que disuada de la comisión de ciertos delitos, también pudo influir el que haya viviendas okupadas y que son propiedad de bancos. Es algo frecuente en este fenómeno, porque al haber pasado a manos de estas entidades, y en el proceso para venderlas, muchos encuentran el caldo de cultivo perfecto para quedarse en el lugar.

En Villarrubia se ha producido mucho este fenómeno, sobre todo en la zona de El Alamillo, y no sólo crean perjuicios a sus propietarios, sino también a los vecinos, que tienen que compartir espacio con personas que generalmente crean problemas de convivencia.

También se dio en el pasado en otros lugares, pero la organización de los propios vecinos, que alertaban sobre la situación, ha impedido que vaya a más. Es lo que ocurre con las casas construidas por Arenal 2000 en la zona conocida como de La Carrera del Caballo, en la Sierra. El presidente de su asociación de vecinos, Francisco Roldán, recordó que tienen un dispositivo vecinal, mediante un grupo de Whatssapp en el que los residentes se van comunicando si encuentran que hay personas con actitud de querer entrar en alguna vivienda que no es suya.

«Poco a poco hemos conseguido que no haya ninguna casa okupada», confirmó Francisco Roldán sobre esta forma de autoprotección. En esta zona son siempre casas unifamiliares, no bloques de pisos, y siempre las más vulnerables son aquellas que pertenecen a entidades que tienen que venderlas, pero no siempre tienen la posibilidad de controlar que no se ocupen por extraños.

«Estamos tranquilos, pero vigilando», afirmó Francisco Roldán, que además relata que había ocupaciones de entre cuatro y cinco años y gente que salía de una casa que no era suya para que llegase otro grupo en la misma situación. «Nadie va a vigilar lo tuyo como tú», insistió para hablar de su forma de protegerse.

También ha mejorado la situación en Trassierra, donde sólo pueden hablar de una okupación a lo largo del año pasado. El presidente del Consejo de Distrito, Juan Manuel Luque, explicó que se resolvió de una forma más o menos rápida, con la actuación de la Guardia Civil. Así salieron las personas que ocupaban una casa que no les pertenecía.

No es un fenómeno que se dé demasiado en Trassierra, pese a la presencia de segundas residencias, por una razón muy concreta, y es el hecho de que una residencia en esta barriada periférica de Córdoba supone la necesidad casi segura de un vehículo propio. «Vivir aquí cuesta dinero», resumió de forma gráfica el presidente del Consejo de Distrito, al hablar de que ciertas compras y muchas gestiones necesitan desplazamientos que implican ciertos gastos que no siempre pueden hacer quienes entran sin permiso en la propiedad de otro.

Junto a estas zonas periféricas de la ciudad, también hay que prestar atención al Casco Histórico, donde este fenómeno reviste circunstancias distintas, como explica desde el Consejo de Distrito Centro Lourdes Martínez Bedmar. Así, las últimas ocupaciones fueron de familias necesitadas, que se resolvieron con actuaciones policiales, pero también con la entrega, por parte de los propietarios, de alguna pequeña cantidad a quienes habían entrado para que se marcharan.

Ha habido dos casos de este tipo en pleno corazón de la Judería, una zona tan concurrida por los turistas como vacía de habitantes fijos, y en concreto habla de dos puntos concretos: la plaza de Abades y la calle Bataneros, ambos a pocos metros de la Mezquita-Catedral.

También hubo algún caso en la calle Badanillas, pero también se resolvió con cierta rapidez y sin la intervención de las fuerzas de Seguridad. «Será que como estamos pocos, nos comunicamos e intentamos que estas cosas se solucionen rápido», manifestó para hablar de los problemas que se están encontrando.

Distinto es en la zona de la Ajerquía, es decir, de los barrios al este de la calle de la Feria. Allí, sobre todo en los barrios de San Lorenzo y San Agustín, se ocupan casas en estado de conservación muy precario, casi siempre en situación de infravivienda, y por personas sin otra salida.

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