Uno de cada tres parados en Córdoba lleva más de dos años buscando empleo

El último 'Informe del Mercado de Trabajo de Córdoba' con indicadores de 2023, realizado por el SEPE (Servicio de Empleo Público Estatal), muestra otro elemento de mejoría. Uno de los grupos más vapuleados por el paro, el de los ciudadanos que acumulan más de dos años sin conseguir un empleo, volvió a anotarse descenso el pasado año. Ahora bien, se mantiene, y a gran distancia de los demás, como el colectivo mas numeroso entre los desempleados de la provincia.

Noticia Relacionada

El paro cae en 976 personas en julio y llega a los 56.535, la cifra más baja desde 2008

Davinia Delgado

El sector servicios copa el grueso de la bajada, con 879 desempleados menos

En Córdoba, a fecha 31 de diciembre de 2023, se registraban 16.179 parados que acumulaban más de 730 días sin hallar una ocupación, según este estudio. Es un gran número de ciudadanos que se encuentran en una delicada situación económica, que es una enorme puerta abierta a entrar en la exclusión social.

Eso sí, son 1.041 menos que en el momento en que se despidió 2022 (17.220). Eso implica, que este conjunto de personas sin trabajo experimentó un descenso del 6%.

Su bajada superó en dos puntos a la que experimentó el global de los desempleados en la provincia (-4,1%). Hay que puntualizar que no todos los que abandonan las listas del paro es debido a que hayan encontrado un empleo. Entre las bajas, por ejemplo, habrá personas que se hayan jubilado o quienes hayan emigrado.

Para entender mejor la bajada en el colectivo de los parados de muy larga duración (los que superan los dos años sin hallar una ocupación), hay que echar la vista atrás. En ese viaje al pasado, lo primero que hay que indicar es que éste es el segundo ejercicio consecutivo de descenso de la cifra de componentes de este grupo de desempleados. Eso sí, el de 2023, se quedó muy lejos del de 2022, cuando el retroceso interanual fue del 15,1%.

Ésa es la mayor bajada en la última década entre quienes sufren con más intensidad el golpeo de esta lacra socioeconómica. Hay que tener en cuenta que 2022 fue un año en el que siguió la recuperación tras la recesión del coronavirus y que este colectivo venía de un bienio de subidas: en 2021 -se dio un aumento que se aproximó al 2%, pese a que a nivel general se dio un descenso del 18,3%- y 2020, momento en que irrumpió la pandemia. Es decir, se daba un buen escenario para que este perfil de parados experimentara una contundente disminución.

Si la lupa se pone sobre el conjunto de la última década, ha sido un periodo marcado por los descensos entre quienes llevaban más de 730 días inscritos en las oficinas de empleo en busca de una ocupación. Ello se debe a que dicho periodo estuvo marcado por el ciclo de recuperación que siguió a la larga crisis financiera que arrancó en 2008.

En 2014, en los primeros compases de la salida de la citada recesión, se inició lo que sería un sexenio de caídas del número de desempleados de muy larga duración. A la conclusión de 2013 -que se saldó con una subida interanual del 6,1%-, en la provincia se contabilizaban 22.615 personas que no habían logrado hallar una ocupación durante más de dos ejercicios. La economía fue cogiendo músculo y este colectivo fue adelgazando hasta situarse en las campanadas de 2019 en 15.966 cordobeses.

Pero la crisis del Covid se llevó por delante esa evolución positiva. El año 2020 acabó con 19.939 parados en esa complicadísima situación. Eran casi cuatro millares más que 365 días antes, con lo que el estirón rozó el 25%. Y en 2021, este grupo siguió ganando efectivos, pese a que la economía sí logró una mejoría. Cuando se finiquitó ese ejercicio, había 20.282 personas que acumulaban más de dos años sin trabajar (+1,7%). Como se ha indicado, ese bienio negativo lo rompió el contundente descenso de 2022.

De vuelta a 2023, la mejoría lograda tiene su cara 'b' en que continúa siendo muy grande el peso de quienes más tiempo llevan sufriendo esta lacra sobre el total de los afectados por ella. De los 60.093 desempleados que contabilizaba Córdoba el último día del pasado año, suponían el 26,9%.

A mucha distancia, se situó el segundo colectivo con más integrantes: es el de los cordobeses que acumulan entre más de un mes y un trimestre sin conseguir una ocupación Eran 10.242, un 17% del total de los parados que se registraban por estos lares.

Entre los algo más de 16.000 desempleados de muy larga duración, el trabajo del SEPE permite atisbar algunas características dominantes. Entre ellos, son clara mayoría las mujeres. En Córdoba, dos de cada tres parados en esta situación son féminas. En números contantes y sonantes, a la conclusión del pasado ejercicio, se registraban 10.684 mujeres en este complejísimo escenario laboral. El número de hombres que sumaban más de 730 días sin conseguir una ocupación eran 5.495 (el 34% restante). Y la presencia de las féminas en este grupo era aún superior a la que tenían en el conjunto de parados. Al despedirse 2023, había 37.159 mujeres en busca de un trabajo, con lo que su peso sobre el global de desempleados era de casi el 62%.

Otro perfil de retrato del parado de muy larga duración de la provincia es que es fundamentalmente alguien de más de 45 años. De todas las personas que se hallaban en esta situación cuando se despidió el pasado ejercicio, 12.601 se encontraban en esa banda. Es decir, representaban el 77,9% de este colectivo.

Y especialmente destacada es la presencia del subgrupo de quienes tienen 60 años y más. De acuerdo al último dato disponible, se contabilizaban 4.165 personas de esa franja de edad que soportaban más de dos años sin lograr un empleo. Eran el 25,7% de todos los desempleados de muy larga duración.

Si ya de por sí los parados de 45 años y las mujeres tienen problemas para hallar trabajo, cuando llevan tanto tiempo fuera del mercado laboral sus posibilidades de acceder a él van disminuyendo. De hecho, este informe realiza un aviso rotundo en este sentido. Para ello, se parte de un dato clave. A 31 de diciembre de 2023, había en la provincia 25.410 parados de larga duración (los que llevan más de un año sin lograr trabajo). Suponían el 42,3% de todos los contabilizados.

En 2023, expone el informe, las personas inscritas como demandantes de empleo en la provincia firmaron el 40,4% de los contratos registrados. Pues bien, los demandantes de empleo de larga duración accedieron únicamente al 6,9% de las vinculaciones. Frente a esa cifra estuvo la de los que llevaban menos de un mes solicitando un trabajo: acapararon el 37,4% de los contratos.

Son cifras, destaca este ente público, que evidencian que «las posibilidades de contratación son inversamente proporcionales al tiempo transcurrido como demandante de empleo». Es decir, a mayor permanencia en el paro, menos oportunidades de encontrar una ocupación.

El SEPE ofrece indicadores de otro colectivo en el que el impacto de la falta de empleo es especialmente preocupante: el de quienes no han conseguido trabajo en una franja temporal que se mueve entre más de 12 meses y los dos años. Al acabar 2023, eran 9.231. Cuando se despidió 2022, esa cifra era considerablemente menor: 7.939. Fueron 1.292 más, con lo que el desempleo de este colectivo se elevó un 16,3%.

Si se atiende al criterio de tiempo demandando empleo, hay que destacar negativamente que fue el único colectivo que experimentó incremento interanual del número de parados. Es una subida muy preocupante, porque se trata de personas que llevan ya un tiempo más que considerable sin poder lograr un medio de vida y que corren el serio riesgo de que su falta de empleo se cronifique, con las graves consecuencias que ello tiene para la vida de cualquier ciudadano.

Como se ha indicado, todos los demás grupos experimentaron descensos en su número de integrantes. Y los dos que se anotaron mayor disminución -además, con clara diferencia sobre los demás- fueron los que llevaban menos tiempo atrapados en las garras de esta lacra socioeconómica. El mejor comportamiento lo obtuvieron quienes sumaban entre más de un mes sin trabajo y habían alcanzado un trimestre sin él: lograron un descenso del 11%, para quedar su cifra en 10.242.

Muy cerca de ese descenso se quedó el grupo de los que acumulaban un mes o menos sin trabajo. Se anotó un retroceso del 10,5% y el número de cordobeses que llevaban tan poco tiempo sin empleo se situó en los 5.672.