La ordenanza de convivencia ciudadana de Córdoba requerirá a los infractores que reparen los daños

Su principal cometido es velar por que la diversión de las personas que disfrutan de la calle no perturbe el descanso de los demás y tampoco la estética de la ciudad. Por eso evitará el vandalismo, las pintadas y regulará de forma muy precisa las despedidas de soltero.

Jesús Coca insistió además en una novedad, y será en que los infractores no sólo tendrán que satisfacer una multa, tipificada en la normativa, sino que el Ayuntamiento requerirá «la reparación de lo dañado» con una conducta incívica. Puso como ejemplo lo que sucedió en las Cruces de 2023, cuando dos jóvenes se subieron a la fuente de la plaza del Potro.

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No hubo desperfectos significativos, pero si en el futuro se producen en el transcurso de grandes concentraciones de ocio, el Ayuntamiento tendrá instrumentos jurídicos para poder reclamar la reparación económica a las personas que las hayan cometido.

Así, el texto que acaba de aprobar la Junta de Gobierno Local de Córdoba prohíbe expresamente «la permanencia y concentración de personas que se encuentren consumiendo bebidas o realizando otras actividades que pongan en peligro la pacífica convivencia». Es decir, el botellón, pero también la venta fuera del horario establecido.

Habrá también zonas de especial protección, como las próximas a colegios, residencias de personas mayores y centros sanitarios. Se sancionarán también las actitudes vandálicas y de destrozos en cualquier elemento, desde farolas, autobuses, papeleras y quioscos hasta árboles y vegetación de los jardines.

La ordenanza también impide de forma expresa el encendido de hogueras o el ofrecimiento de forma expresa de servicios sexuales en la vía pública. Aquí entran en juego las despedidas de soltero, que se regularán mediante una serie de prohibiciones que evitarán una estética demasiado obscena, como sucede en ocasiones.

Por eso no se podrá circular sólo en ropa interior, ni desnudo, ni tampoco mostrando ropa o complementos que muestren la forma de los genitales humanos. La ordenanza prohibirá también muñecos y elementos de carácter sexual. Jesús Coca recordó que el texto no busca evitar completamente las despedidas de soltero, que siguen siendo bienvenidas, sino que eviten cierta estética.

La ordenanza regulará también la oferta ambulante de servicios no solicitados, desde videncias hasta masajes o tatuajes, cuando además se realicen de forma persistente o hasta intimidatoria. Se perseguirá la degradación del entorno urbano que traen consigo pintadas en las calles.

A las conductas se suma además la publicidad que pueda resultar discriminatoria o vejatoria para ciertas personas, como las que tienen discapacidad o las que pertenecen al colectivo LGTBI, y en general toda aquella que perturbe la convivencia ciudadana.

Las sanciones no serán demasiado elevadas y casi siempre irán hasta 750 euros en las infracciones que tengan carácter leve, de 750 a 1.500 para las graves y de 1.500 a 3.000 para las que tengan la consideración de muy grave, según la ordenanza.

El concejal explicó que el texto se adapta a la normativa superior: la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana y la conocida como Ley Antibotellón de la Junta de Andalucía, pero todavía quedan trámites. Pasará por el Consejo Social y por el Consejo del Movimiento Ciudadano.

Después se aprobará en el Pleno, tendrá una fase de información y audiencia pública, en que los ciudadanos podrán hacer aportaciones, y finalmente entrará en vigor dentro de unos seis meses.