Curiosidades
La octava colina de Roma lleva tierra cordobesa
En el Monte de Testaccio, en el sureste de la ciudad de Roma, se han encontrado inscripciones de 'Corduba' en las ánforas de aceite halladas en el emplazamiento
Villas, fábricas y ciudades: la huella de Roma en el Sur de Córdoba
DANIEL ARAGÓN
Córdoba
El general Claudio Marcelo fundó en el año 169 A.C la ciudad de Corduba, un emplazamiento que era de vital importancia estratégica para el Imperio Romano como vía de acceso a las futuras invasiones dentro de la península. Debido a la relación ... que la ciudad guardaba con el emperador, la ciudad se convirtió en sede de las innovaciones urbanísticas romanas, de las que aún se conservan vestigios en la actualidad, como el Templo Romano en la calle Claudio Marcelo, al ser elemento de homenaje en aquella época, o el Puente Romano como elemento de acceso a la ciudad.
No sólo Roma dejó su huella en tierras cordobesas; también la capital romana cuenta con restos de nuestra presencia; concretamente en el Monte de Testaccio.
Con una altura de 54 metros, Testaccio (nombre cuyo origen nace de la palabra latina 'testa', que tiene un significado de 'fragmento de arcilla') está situado en el sureste de la ciudad, un lugar que está construido con más de 40 millones de fragmentos de ánforas de aceite, unos cántaros que tienen firma andaluza por la importancia de Hispania en la época romana, siendo estos restos catalogados como un 80% de la Bética, un 17% de Tripolitania y un 3% de la Galia.
Los fragmentos que se conservan en la actualidad están ubicados en ese entorno artificial, ya que su transporte de vuelta cuando quedaban vacías era inviable en los barcos de comercio, por lo que este lugar servía como vertedero para estas vasijas. Estos recipientes de barro realizados a orillas del Guadalquivir y del Genil, cuentan en sus inscripciones con los nombres de Corduba, Hispalis y Astigi (Córdoba, Sevilla y Écija).
A lo largo del tiempo se han realizado conjeturas respecto a la finalidad de este monte, donde se ha llegado a pensar que esta montaña era lugar de celebraciones fúnebres o incluso de una zona en la que se emplazaba un gremio de alfareros. Sin embargo, a raíz de las inscripciones encontradas podemos saber que desde Andalucía se realizaban vías directas de exportación de aceite desde la actual ciudad de Sevilla hasta desembarcar en Testaccio.
Con esto se puede reafirmar aún más la idea de la importancia de estas tierras de la Bética por el devenir de la ciudad imperial de Roma; y es que el aceite tenía un valor alimenticio para aliñar las comidas, una importancia estética para el tratado de la piel e incluso era clave para el uso energético, ya que era el equivalente al petróleo en la actualidad y tenía la función de poder iluminar a todas las ciudades.
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