Dos meses después de que edil de Urbanismo, César del Espino, expusiese la necesidad de elaborar un recorrido alternativo tras detectarse algunos problemas registrales con dos de las tres propiedades en las que estaba previsto establecer una servidumbre de paso, Endesa aún no se ha manifestado sobre la variante, que transcurre por una sola propiedad privada y por suelo público, lo que alarga la demora de un proyecto que es fundamental para que la Junta de Andalucía liberer las partidas necesarias para la construcción del complejo sanitario.
Así las cosas, el Ayuntamiento lucenteno sigue aguardando el preceptivo informe favorable de Endesa como titular de la línea que debe ser soterrada, lo que impide cerrar la firma del contrato de unas obras que llevan varios meses adjudicadas a Elecnor en 574.303 euros más IVA.
El alcalde no quiso aventurar una nueva fecha de inicio de los trabajos «porque no depende del Ayuntamiento» y cada vez parece más improbable que el soterramiento pueda verse culminado este año, pese a que la adjudicataria se comprometió a reducir en 30 días el plazo de ejecución de los trabajos, lo que dejaría en solo tres meses la realización de los mismos.
El soterramiento de esta línea de alta tensión es una de las condiciones establecidas en el protocolo firmado por el Consistorio y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para que esta entidad inicie la licitación de las obras del futuro hospital de alta resolución de Lucena. Juan Pérez expresó su esperanza de que los sucesivos retrasos de esta intervención no supongan un problema para que la Consejería de Salud y Consuma incluya las primeras obras del nuevo hospital en los Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2023. El Ejecutivo andaluz siempre puso como condición para impulsar esta obra que se solventase el problema de la red eléctrica.
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