Monseñor Fernández incluso cita un ejemplo en su carta: «Dieciocho meses de prisión por matar una rata, y se puede matar al niño en el seno materno con todas las facilidades», apunta en la misiva, que «nos recordaba estos días monseñor Bernardito Auza, nuncio apostólico del Papa en España».
Por todo ello, el obispo de Córdoba considera que «cómo pueden los humanos llegar a tal desprecio de la vida, que haga cada vez más fácil el aborto y no ofrezcan más medios para las personas que están en peligro de matar al hijo de sus entrañas». En consecuencia, califica el aborto de «crimen abominable».
La Cuaresma como conversión
La carta de Demetrio Fernández también aboga por «la oración y el ayuno que brotan de la conversión; hemos de despertar la conciencia personal y social ante la dormidera de una sociedad que parece entumecida y narcotizada», ya que estima que «la vida ha vencido sobre la muerte en Jesucristo muerto y resucitado».
La misiva del obispo de Córdoba, bajo el título 'Corregir el rumbo, conversión', explica que «no vamos bien», puesto que cree que «por este camino vamos a la ruina de la persona y de la sociedad».
A su juicio, «sin detenernos a describir todo lo que va mal (guerras, nuevas leyes, costumbres, persecución de los cristianos, etc.), entremos en nuestro corazón y veamos que también nuestra vida necesita un cambio de rumbo, una conversión».
Por eso, concluye que «a eso viene la Cuaresma, a ofrecernos una nueva oportunidad de cambio, pero el cambio debe ser profundo, se trata de un cambio del corazón».
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete