Una mujer ocultó en Córdoba su cambio de género a hombre para ser madre con un tratamiento del SAS

Esta rocambolesca historia se remonta a 2020 cuando, antes de la entrada en vigor de la Ley Trans (2023), cuando una mujer que ya aparecía en el Registro Civil de Córdoba como hombre, con el cambio de género de femenino a masculino, había decidido ser madre al mantener sus órganos reproductores femeninos.

Con esa idea de ser madre, y conociendo que con su nueva identidad no podía acceder entonces a un programa de tratamiento de fertilidad en la Sanidad Pública ocultó que ya estaba inscrito como hombre (según ya rezaba en el Registro Civil) y utilizó el DNI que aún no había actualizado después de su cambio de género en el juzgado como debía haber hecho, para acceder a este tratamiento de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Reina Sofía de Córdoba, por la Sanidad Pública.

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Con esa documentación que no correspondía ya a su nueva identidad en la que aparecía aún como mujer, sin declarar que realmente que ya su género había cambiado llamándose Juan (ya como hombre), y así constaba en el Registro Civil, se convirtió en madre y dio a luz en el propio hospital con todas las revisiones médicas a las que siempre se presentó con el DNI con nombre de mujer.

Estos hechos los reconoció el propio hombre trans, ya convertido en madre, posteriormente a lo acontecido, ante la Autoridad Judicial, cuando hubo discrepancias a la hora de inscribir a su hijo con su nueva identidad, según han confirmado fuentes judiciales a ABC.

El problema llegó en el momento de la inscripción de nacimiento de su hijo en el Registro Civil cuando este hombre trans se presenta con su identidad masculina reconocida por la Justicia y exige a los funcionarios que su hijo sea inscrito como suyo pero que él aparezca en el apartado de padre, no de madre, con su nombre legal (Juan).

La situación era tan 'sui generis' que los responsables del Registro Civil de Córdoba le explicaron que sólo podían poner el nombre de la madre en el apartado que correspondía en dicha inscripción «tal y como rezaba en la hoja de la matrona del Hospital Universitario Reina Sofía« donde había dado a luz y que aparecía su nombre como madre en femenino, tal y como le había mostrado ella durante todo el proceso de inseminación, seguimiento del embarazo y el parto.

La solución que dio entonces la Autoridad Judicial del Registro Civil, a la que ha tenido acceso ABC, fue que apareciera con su nombre masculino (Juan) pero en el apartado de madre porque, sin lugar a dudas, no era el padre del niño sino su madre, un hecho objetivo e irrefutable. Esta rocambolesca historia acabó con un recurso por parte de Juan (madre del niño) porque insistía en que debía aparecer en el apartado de padre y no de madre del bebé en la inscripción de nacimiento. El hombre trans recurrió esta decisión del Registro Civil de Córdoba exigiendo que quería aparecer como el padre y no como la madre del bebé ante la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública (DGSJFP) quien finalmente ha desestimado la petición de esta madre, para aparecer como padre del bebé, aunque sí mantiene el nombre masculino (Juan) actual en el apartado de madre en su hoja de inscripción.

La situación de este hombre trans hubiera sido diferente -es decir no tendría que haber ocultado su verdadera identidad ante el SAS- apenas un año después ya que a finales del año 2021 la ministra de Sanidad, Carolina Darias, firmaba la Orden Ministerial que hacía posible el acceso a estas técnicas de fecundación en el Sistema Nacional de Salud (SNS) a unas 8.500 mujeres en todo el país, entre las que se incluían las trans.

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El Gobierno devolvía lo que entendía el derecho a las mujeres sin pareja, lesbianas y bisexuales al acceso a las técnicas de reproducción humana asistida (RHA) en el Sistema Nacional de Salud y lo ampliaba para las personas transexuales con capacidad de gestar.

Esta Orden Ministerial concretaba la modificación de los criterios que recogía el acceso a dichas técnicas y que hasta ahora, y desde el año 2014, estaban orientados únicamente a un fin terapéutico de personas con trastornos de la fertilidad, a prevenir la transmisión de enfermedades o trastornos graves, o a la preservación de la fertilidad en situaciones asociadas a procesos patológicos especiales.

Los criterios establecidos provocaban que las mujeres que no tuvieran un trastorno clínico de fertilidad, no pudieran acceder a las técnicas de RHA en el sistema sanitario público. En este supuesto entraban, por razones obvias, las mujeres sin problemas de fertilidad pero que no tienen posibilidad de concebir sin realizar una de estas técnicas, como son las mujeres sin pareja o las mujeres lesbianas.

Hay que recordar que en Córdoba, con la entrada en vigor de la Ley Trans en febrero de 2023 en los primeros seis mese hubo ya más de una decena de solicitudes de cambio de género que sorprendían a los funcionarios del Registro Civil de Córdoba porque se trataba en su mayoría de hombres, con apariencia de hombres, que quería cambiar de género pero mantener su nombre masculino sin variación, tal y como adelantó ABC.

Se trata de hombres, con apariencia de género masculino, sin lugar a dudas, para estos funcionarios acostumbrados a este delicado trabajo, que están convencidos que poca o ninguna intención real de cambiar de género tienen pero que sí lo han solicitado.

La actitud de estos individuos ha provocado toda clase de suspicacias en el Registro Civil donde se limitan a atender las solicitudes, aplicar la ley y los protocolos. Estos casos, de hombres que ya han ratificado su solicitud dentro de los pasos que siguen para el cambio de género, y según han constatado fuentes judiciales, mantienen su intención de cambiar de género pero no nombre ni aspecto, están en fase de consultas por parte del Registro Civil de Córdoba ante la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública.