Muerte de dos militares en Córdoba: ¿Cómo son este tipo de maniobras y qué medidas de seguridad se exigen?

El Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba, cuyo titular es José Luis Rodríguez Lainz [que llevó el caso Bretón], es el encargado de la investigación, de la que, por el momento, no han trascendido datos. El togado tratará de determinar si se cometió alguna negligencia por parte de los superiores encargados de las maniobras.

Varios colectivos militares, como la Asociación de Tropa y Marinería (ATME) o la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), han solicitado al Ministerio de Defensa información «clara» y que «se depuren responsabilidades lo antes posible», en el caso de haberlas, algo que «parece más que probable», después de que el Ejército haya retirado rápidamente del mando al capitán de la compañía que realizaba la formación.

El punto de mira está puesto en si se cumplieron las medidas de seguridad establecidas para este tipo de maniobras. ¿Y cuáles son los protocolos inherentes a una instrucción profesional militar? En primer lugar, este tipo de adiestramieto, y más concretamente, en un ejercicio como el que realizaban los fallecidos (cruzar un lago), suele contarse con una ambulancia en la zona y un equipo de rescate: la información que ha trascendido apunta a que no; de hecho, uno de los muertos, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, perdió la vida al intentar salvar al otro soldado, Carlos León Rico, de 24 años.

También hay que aclarar si los participantes en esta prueba contaban con una 'línea de vida', una cuerda para cruzar el embalse, medida habitual para garantizar la seguridad en unas maniobras de este tipo. Al respecto, hay varias versiones que se contradicen.

El secretario general de AUME, José Ignacio Unibaso, ha destacado otra cuestión del caso: «Hablamos de personal sin experiencia, soldados de nueva incorporación. Se ha conocido que durante las maniobras, en este embalse, de unos 200 metros cuadrados, las temperaturas estaban en torno a los cuatro grados: no parece que estas condiciones sean las más adecuadas para un ejercicio con soldados que están empezando».

En este sentido, Unibaso ha explicado que este tipo de formación debe ser «progresiva y contar con medidas de seguridad; por ejemplo, si hay que meterse en el agua se suele hacer inicialmente en una piscina, con línea de vida y en un entorno controlado y limpio». El pantano en el que perdieron de vida los dos militares no cumplía ni mucho menos con estos requisitos y los soldados quedaron atrapados en el fango.

Por su parte, el presidente de ATME, Marco Antonio Gómez, ha señalado que «también hay que esclarecer si ese ejercicio en concreto, cruzar el embalse, estaba dentro del programa de instrucción ténica. Este punto es el más importante, saber si estaba contemplado. De lo contrario, alguien dio una orden de tirarse al agua a una sección bajo su responsabilidad».

Al respecto, Gómez ha informado de que «nuestro servicio de asesoramiento jurídico se va a desplazar a Córdoba para mantener una reunión con los militares». El portavoz de ATME ha sido muy esplícito: «No todas las órdenes se pueden y se tienen que cumplir. Queremos informar al personal de esto, ya que se incide mucho en las obligaciones que tenemos, pero no en cuáles son nuestros derechos».

ATME también ha instado al ministerio de Defensa a que dé órdenes para que se extreme en las unidades la formación del personal militar, tanto tropa como cuadros de mando, cuando se tenga previsto realizar ejercicios que puedan poner en riesgo la seguridad personal y salgan de la instrucción habitual, como en este caso pudo ser el «paso de cursos de agua».

Ambas asociaciones, ATME y AUME, se han puesto a disposición de las familias de los fallecidos, «a la que no se puede tener olvidada, sin proporcionarle información. Defensa tiene que ser transparente, la credibilidad y el prestigio de las Fuerzas Armadas están en juego», ha sentenciado.