Patrimonio
Los mosaicos del Alcázar de Córdoba, a estudio
El Ayuntamiento inicia el estudio de estas obras de los siglos II y III con vistas a una posible restauración en el futuro
Así era el aspecto original del Alcázar de los Reyes Cristianos
Córdoba
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Iniciar sesiónMientras se trabaja en el exterior del Alcázar de los Reyes Cristianos, a través de la restauración de la fachada barroca que supondrá la recuperación del acceso histórico, el Ayuntamiento de Córdoba también está pensando en los elementos más valiosos que se ... conservan en el interior.
Y se ha fijado en los mosaicos de época romana que decoran el salón que lleva este nombre y que acoge tanto las bodas civiles como algunas de las ceremonias institucionales más importantes que realiza el Ayuntamiento.
La Unidad de Museos acaba de comenzar un proceso para analizar el estado de conservación de estos elementos, que datan de entre los siglos II y III, para determinar si es necesaria una restauración y, en su caso, llevarla a cabo.
Así lo confirmó a ABC el responsable de Museos Municipales, Enrique Ortega, quien detalló que el trabajo incluye tanto el análisis sobre el estado en que se encuentran como la documentación sobre las obras.
A partir de ahí, tendrán que salir un diagnóstico y una propuesta de actuación. Es decir, el final podría ser una restauración, aunque si llega será cuando se conozcan los resultados.
Los trabajos se están realizando 'in situ', es decir, sin desmontar estas piezas del lugar. Casi todas están en el salón llamado de los mosaicos, pero hay una más en otra sola, que también se utiliza para las bodas civiles.
Como precisó Enrique Ortega, el mantenimiento del Alcázar de los Reyes Cristianos, uno de los monumentos más visitados de Córdoba siempre por detrás de la Mezquita-Catedral, pasa por la atención a elementos como estos mosaicos como joyas del patrimonio.
No es la única novedad que tienen en los últimos meses, ya que el Ayuntamiento optó por retirar las pantallas de metacrilato que se habían colocado para protegerlos en los primeros años del siglo XXI.
En su lugar se han dispuesto ahora unos cordones que impiden al público acercarse y tocarlos, pero que permiten una visión sin ningún objeto, aunque sea traslúcido, entre las obras y el espectador.
La teniente de alcalde delegada de Cultura, Marián Aguilar, justificó esta actuación en el elevado valor patrimonial del Alcázar de los Reyes Cristianos y de sus muchos elementos, y que es necesario estudiar y conservar adecuadamente para su conocimiento.
Los mosaicos que ahora se ven en el monumento aparecieron en la plaza de la Corredera a finales de la década de 1950, cuando se retiró el gran mercado de hierro que se había levantado en el centro en el siglo XIX y que alteraba la configuración del recinto.
Al excavar aparecieron más de media docena de mosaicos cuyo valor se estimó como muy alto de inmediato. Por aquellos años, recordó Enrique Ortega, el Ayuntamiento, con Antonio Cruz Conde como alcalde, había recibido en propiedad el Alcázar de los Reyes Cristianos, que estaba hasta entonces en manos del Estado, así que decidió que los mosaicos pasaran a integrarse en el monumento.
Uno de los mosaicos, que sólo se pudo recuperar incompleto, muestra la escena de Eros y Psique, que aparecen abrazados tal y como relata la mitología clásica. El blanco y el negro son los colores mayoritarios en la escena, mientras que en la cenefa exterior hay motivos ornamentales y cuatro medallones que representan a las estaciones del año, y donde sí hay más variedad cromática, con el verde, el amarillo y el rosa.
El más emblemático de todos, por su calidad técnica y por el verismo de la narración, es el que representa a Polifemo y Galatea en la escena del cíclope y la ninfa que también inspiró al cordobés Luis de Góngora para uno de sus poemas mayores.
En la obra que se muestra en el Alcázar de los Reyes Cristianos destaca, según los expertos, la forma en que se consigue el efecto de la luz en los cuerpos, que están semidesnudos y con gran realismo. Así, Galatea lo está de cintura para arriba, mientras que Polifemo, que le está declarando su amor, lleva una piel de leopardo. No se ha olvidado la composición del paisaje, que se representa con montañas y vegetación también de gran detalle.
La pieza de mayor tamaño de todas las que se integran en esta zona no tiene iconografía mitológica ni narrativa. El gran mosaico geométrico, como se denomina, se muestra adosado al muro septentrional de la sala y es una composición con formas en que se utilizan los colores blanco, negro y rojo.
Hay otro mosaicos de tema geométrico, pero la atención del espectador suele irse a los que muestran personajes o narraciones mitológicas. Es el caso del que muestra a Medusa, la gorgona que podría convertir en piedra a todo el que la mirase.
La obra muestra la cabeza, tal y como debió de estar cuando el héroe Perseo consiguió, sirviéndose de un casco con un espejo, cortársela y por lo tanto terminar con el daño que había hecho. Se muestra en el centro de una compleja estructura en el que abundan tanto los temas vegetales como los geométricos, aunque también hay piezas en forma de serpiente que aluden al hecho de que Medusa tenía estos animales en lugar de pelo.
El conjunto muestra también un fragmento de otra pieza que se conoce como la guirnalda, ya que sólo se conserva este elemento decorativo y no el interior. Muy llamativo es el actor trágico, en que se muestra a un hombre interpretando un papel teatral, con una estructura tras él que podría corresponder a un escenario.
El monumento está en remodelación y pronto recuperará su fachada barroca para el nuevo acceso
El hecho de que lleve un cayado en las manos, como solían tener los ciegos, hace pensar que esté representando el papel de Edipo, que se sacó los ojos. Destaca también por su variedad cromática.
En otra sala hay otro mosaico de gran riqueza que muestra la cabeza del dios Océano, con gran detalle y expresividad. Está en una composición en que se puede ver representado el mar y también muchos de los grandes animales que lo pueblan.
Los trabajos actuales son el primer paso para que, en el futuro, y si el análisis lo considera necesario, se puedan restaurar estos mosaicos dentro de un proceso mucho más amplio, que es el que está reestructurando y dando una nueva forma al Alcázar.
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