Momento histórico

Ese era el principal de sus trabajos, al frente de la diplomacia española. Después del fracaso cosechado, pese a las presiones ejercidas, lo lógico es que hubiera dimitido, al fracasar en su principal objetivo. Pero no lo ha hecho, siguiendo lo que ya es una costumbre en el gobierno de Sánchez.

Por eso no hemos de hacer mucho caso a que el acuerdo con Gibraltar pueda ser considerado como histórico. Un acuerdo que algunos entienden mal negociado ya que la colonia británica no tendrá frontera con España porque Albares ha admitido que sea considerado espacio Schengen, sin que la soberanía sea española.

El acuerdo dice que «se eliminarán la totalidad de las barreras físicas, los chequeos y los controles sobre las personas y las mercancías que circulen entre España y Gibraltar, preservando al mismo tiempo el espacio Schengen, el mercado único de la Unión Europea y la Unión aduanera». Con este acuerdo desaparece la verja que delimitaba el territorio español y el británico.

Mala cosa conociendo la historia de cómo los ingleses han ampliado el territorio que les fue cedido por el tratado de Utrecht, utilizando diferentes artimañas, incluyendo la falta de interés por parte de España de controlar dicha frontera, al menos hasta mediados del siglo XIX. Fue entonces cuando se creó la línea de circunvalación que dio lugar al nacimiento de la Línea de la Concepción para poner coto a la ilegal ocupación británica del territorio.

Con posterioridad hay que sumar que se quedaran con el espacio que, caritativamente, les ofreció España para que, en un momento de dificultad -en el Peñón se sufría una grave epidemia-, levantasen un lazareto donde atender a los contagiados y pasasen la cuarentena. Nunca lo devolvieron y se apropiaron de él. La usurpación de ese espacio lo utilizaron para construir lo que hoy es el aeropuerto gibraltareño. A todo ello ha de sumarse el espacio que vienen arrebatando al mar, alegando que lo hacen sobre unas aguas jurisdiccionales suyas, sin razón alguna porque las aguas quedaron excluidas de lo acordado en Utrecht.

El puerto y el aeropuerto será controlado por la policía española, es un paso. Pero supone que Albares ha admitido la usurpación de las aguas y del territorio.