Córdoba entre líneas
Mercedes Romero: «La polémica de las viviendas turísticas está magnificada»
Lleva más de treinta años en primera línea de la administración de fincas, cuyo Colegio preside desde hace una década
Gabriel Pérez Alcalá: «Hay una universidades privadas que son chiringuitos que expiden títulos»
Córdoba
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Iniciar sesiónRomero está en primera línea de la actividad profesional relacionada con la gestión de fincas inmobiliarias desde hace treinta años, a la que llegó de causalidad después de empezar unas oposiciones al Cuerpo Técnico de Seguridad Social e iniciarse laboralmente como letrada en el ... Ayuntamiento de Montoro.
Los okupas ponen el foco ahora en las parcelaciones de Córdoba
R. AguilarLas usurpaciones de domicilios registraron en la ciudad una bajada del 11% entre 2022 y 2022, y la preocupación de los Administradores de Fincas está en los núcleos periféricos
Nacida en Córdoba en 1959, pasó su infancia y su juventud en Ciudad Jardín, y formó parte de la primera hornada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba, en 1983: entre sus compañeros de clase se encontraron el ex alcalde Rafael Merino y la jueza de la Audiencia NacionalTeresa Palacios. «Fue una promoción en la que hubo gente brillante», asegura la presidenta del Colegio de Administradores de Fincas desde hace once años.
-Las viviendas turísticas se están convirtiendo en un problema para las comunidades de vecinos. ¿Es un nuevo frente?
-El problema de convivencia está ahí, o puede estarlo. Porque hay que conciliar el ocio de las personas con la vida tranquila del edificio. Realmente, a los propietarios de las viviendas no les agrada convivir con pisos o apartamentos turísticos. En absoluto. Eso lo sabe la sociedad y lo sé yo porque voy a las reuniones de propietarios, y protestan: que si llegan de madrugada, que si tocan los timbres de casas que no son las suyas porque se equivocan, que si están de ocio y van cantando o bailando, que si suben a la azotea como si fuera un sitio de fiesta. Es complicada esa convivencia entre las viviendas residenciales y las turísticas.
-En Córdoba hay 2.067 viviendas turísticas, un 32 por ciento más que plazas de hotel.
-Ya, ya. Muchas personas, yo también, han estado en viviendas turísticas y siempre han procurado tener mucho cuidado. La realidad es que Córdoba se ha convertido en una zona de gran afluencia turística, ésa es la verdad. Y como tenemos un casco tan amplio... Yo tengo comunidades con viviendas turísticas, y qué hemos hecho, subirles las cuotas a sus propietarios hasta un veinte por ciento, y éstos las pagan de mil amores. Y un veinte por ciento de más es nada: ni supone una medida disuasoria ni a ellos les supone un problema económico o una merma en sus ingresos.
-Pero el vecino del casco tiene que asumir también que vive en una zona turística y no puede extrañarse demasiado de que en su comunidad haya un piso turístico o varios, ¿no cree?
-Claro... En el fondo... Sí. Se está hablando de que el centro de la ciudad se está repoblando... Eso es una realidad que se está repoblando. Además, el sector de turistas que molesta es un diez por ciento, el resto son personas jóvenes que van exclusivamente a dormir a esos pisos, a descansar, y que son plenamente conscientes de que se encuentran en un edificio en el que hay personas que viven allí de una forma estable, y que están descansando, durmiendo o comiendo. Creo que el problema se está magnificando.
-Pero por muchos problemas que dé un turista es siempre alguien que se va. Nunca va a ser un okupa.
-Por su puesto que no. Bueno, en el centro de Córdoba no hay grandes problemas de ocupación, pero sí en las urbanizaciones, en la periferia.
-Ayuntamientos de ciudades vecinas, como Sevilla, se están planteando ya limitar el número de viviendas turísticas en las zonas más saturadas. ¿Ve esto necesario en Córdoba?
-Yo, más que por zonas, lo que haría sería que en un edificio no se pudieran implantar más de dos o tres viviendas turísticas, o que éstas se concentraran en edificios específicos para ellas. Ésa sería para mí la solución. Con ello se evitaría que una comunidad se convirtieran en un hostal. Y, luego, nos estamos cargando al personal de los hoteles.
-¿La nueva Ley de Vivienda le da muchos derechos al inquilino y pocos al propietario?
-Hombre, la Ley de la Vivienda, si la ves, tiene el espíritu de que la vivienda sea más asequible para todos, pero claro, no puede gravar a los dueños de estos inmuebles, que tienen estas propiedades en alquiler como una ayuda para su pensión o para sus sueldos. Porque en Córdoba, grandes tenedores de viviendas, evidentemente no hay. La mayoría son viudas que tiene un pequeño un piso porque se han mudado a otro más cómodo y que incluso les está ayudando para pagar un alquiler que les resulta más caro por estar en un sitio más cómodo, están gravando el incremento de las rentas. La ley va a hablar de zonas tensionadas... y eso es muy radical... Evidentemente considero que es fundamental que todo el mundo tenga acceso a una vivienda digna. Pero quizás la solución está en poner en carga más suelos o viviendas con precios más asequibles.
«En Córdoba no hay grandes tenedores de viviendas»
-La norma nueva llega a cargarles a los propietarios que sufran una okupación que demuestren que ese dinero que no están recibiendo les hace falta para sus necesidades básicas.
-Es complicado... Por lo que he leído de la Ley de Vivienda creo que va a lesionar un poco las competencias de las comunidades autónomas, porque muchas de esas competencias están transferidas. Y creo que el incluso el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) lo ha dicho.
-¿Ve plausible la delimitación de zonas tensionadas en Córdoba?
-Lo veo difícil. Además, la Ley dice que estas zonas pueden sereso, zonas, o barrios completos, provincias, ciudades o comunidades autónomas.
-¿Por qué la ve de difícil aplicación en Córdoba?
-Esto no es Madrid ni Barcelona, no es una gran ciudad. Aquí no se vive un incremento tan grande ni del suelo ni de la vivienda ni hay un peso equivalente al gasto que todo eso le supone al habitante. ¿De dónde sacamos esos parámetros? La gente cree que vivir en el centro de Córdoba es caro, y no lo es, porque el precio de la vivienda está como en cualquier zona, más o menos, quitando a ciertos barrios. Turruñuelos, por ejemplo, es más cara que el centro.
-A veces parece que el espíritu de la Ley es perseguir o penalizar al propietario que tiene dos o tres viviendas que se las ha ganado a pulso.
-Efectivamente. O porque en lugar de viajar uno se ha dedicado a ahorrar para pagar un piso, y luego hereda otro y un tercero es del marido o de la mujer, y ya tenemos tres, un caso que tampoco es muy difícil de encontrar. Y luego está el tema de que los gastos del contrato sean todos para el arrendador... No sé. E insisto en que todo el mundo tiene que tener derecho a una vivienda digna y a que en su bloque haya un ascensor: que una persona con discapacidad pudiera ir a cualquier sitio de Córdoba solita aunque viviera en una cuarta planta... Eso sí que sería un gran logro para conseguir una ciudad perfecta.
-La Junta y el Ayuntamiento están haciendo esfuerzos notables en este sentido desde hace años. A los ascensores me refiero.
-Sí. Lo sé. Y hay que reconocerlo. Pero los propietarios reclaman una política de subvenciones más acorde con las necesidades que realmente tienen. Ahora hay unas políticas muy ambiciosas con fondos Next Generation, pero no llegan a las necesidades básicas de un ascensor, porque para tener un ascensor necesitas invertir en envolvente y en eficiencia energética, algo que supone un desembolso alto y que asusta al propietario. Y en Córdoba la eficiencia energética es complicada debido a las temperaturas que tenemos, sobre todo en verano.
-Hay planes de ayudas públicas en marcha a barrios como Santuario, Parque Figueroa y Ciudad Jardín. ¿Los ve adecuados?
-Me parece que las reformas integrales de los barrios son necesarias. Hablo de Ciudad Jardín porque fue mi barrio: ya no es un sitio atractivo para vivir, está muy desmejorado, y arrastra el problema de haberse creado sin zonas verdes.
-El alcalde, José María Bellido, se enorgullece de haber creado casi el doble de viviendas de las que se comprometió al empezar el mandato que ahora acaba, más de cuatro mil.
-A mí me llama la atención la cantidad de obras de pisos que hay en Córdoba. A mí me han venido empresas de fuera, de servicios para comunidades con las que tenemos contactos, y me han dicho que qué maravilla de ciudad tenemos por la cantidad de grúas que se ven. 'Oye, aquí hay mercado'. Eso es lo que te dicen. Y ahora no encuentras operarios para que te hagan un piso o un arreglo en tu casa.
-Las placas solares en el casco. ¿No da el Ayuntamiento demasiados bandazos en este tema? ¿Tienen ustedes claro qué se puede hacer?
-El casco histórico lo tiene muy complicado. Lo que tiene que hacer el Ayuntamiento es resolver el asunto con Patrimonio. La verdad es que no hay por el momento una respuesta administrativa clara.
El futuro de las parcelaciones
-Lleva décadas en contacto con el mundo de las parcelas. Ahora se abre una nueva vía de regularización gracias a la Ley Lista.
-Lo que facilita la ley es que obtengan luz y agua si hay un compromiso serio de continuar con los proyectos de urbanización a iniciativa privada: los propietarios tienen que hacer un esfuerzo económico y no siempre entienden que haya que hacerlo o tienen medios para hacerlo. Las parcelaciones son un asunto que no se supo cortar en su momento y que se ha desbordado.
-El Consistorio está impulsando una ITV de viviendas. ¿Es necesaria, no?
-La veo muy necesaria. Hay edificios antiguos que la necesitan. Las personas no pueden resistirse a hacer arreglos en su casa, porque la vivienda es la inversión mayor que hace una persona en su vida, e igual que te tomas pastillas cuando tienes sesenta años, pues hay que cuidar la vivienda como tu cuerpo.
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