El mejor estado de los embalses permite que los regantes cordobeses cuenten con agua este otoño

Los datos oficiales publicados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) detallan que los 15 pantanos repartidos por la provincia se encontraban el pasado miércoles, cuando se dio el pistotelazo de salida al año hidrológico 2025-2026, a un 42,24 por ciento de su capacidad total. Es casi 17 puntos más que la cantidad que había en las mismas fechas del pasado año, cuando apenas se superaba un 25 por ciento de volumen guardado.

Los embalses que presentan un mejor estado son el de Bembézar, con un 81,13 por ciento de sus reservas cubiertas, seguido por el de Sierra Boyera, con un 77,87 por ciento, y el del Retortillo, con algo más de un 74 por ciento, En el lado contrario se encuentran las infraestructuras hidráulicas de Vadomojón (17,87%) y de Iznájar (19,72%).

A este escenario más halagüeño han contribuido las lluvias caídas durante todo este año, salvo en verano. Concretamente, durante el último año hidrológico se han contabilizado en la provincia una media de 821 litros por metro cuadrado, frente a los 592 litros correspondientes a la ratio del último cuarto de siglo, lo que supone un ascenso superior al 38 por ciento. En la cuenca del Guadalquivir solo llovió más en Sevilla (962 litros por metro cuadrado) y en Huelva (942 litros).

El secretario general de la Asociación de Regantes de Andalucía (Feragua), el cordobés Pedro Parias, indicó que «es cierto que la situación es la mejor desde que dio comienzo el anterior periodo de sequía en 2019, pero hay que recordar que todavía nos encontramos en un estado de alerta, lo que significa que hay mantener la cautela en cuanto que la futura campaña de riego del próximo año no está asegurada, ya que dependeremos de las precipitaciones que puedan producirse a lo largo del otoño, el invierno y la primavera».

Entre los regantes a los que les toca sembrar en las próximas semanas hay cierta sensación de alivio después de que la Comisión de Desembalse de la CHG aprobase a finales de septiembre una dotación extraordinaria de 50 hectómetros cúbicos gracias a que el consumo de agua por parte de los regantes ha sido menor de lo esperado. Los productores de cereales de invierno y, principalmente, de ajos son los grandes beneficiados de estas medidas.

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Parias instó al Ministerio de Transición Ecológica y por el Reto Demográfico a aprovechar este periodo de mayores existentencias hídricas para llevar a cabo infraestructuras que sirvan para afrontar los ciclos temporales de sequía. En este sentido, aplaudió la reciente licitación de la redacción del proyecto actualizado de la presa de San Calixto, que iría ubicada entre Puente Genil y Santaella. El dirigente recordó que las obras de este embalse no terminarían hasta 2035.

«Mientras tanto la Administración debe seguir trabajando en la modernización de los regadíos y en la construcción de balsas que pueden ser realidad en unos tres o cuatro años y que sirven para aprovisionar agua de cara a los periodos de menor lluvias y como elemento de regulación». El presidente de la Comunidad de Regantes del Guadalmellato, Andrés del Campo, también destacó la importancia de estas instalaciones para evitar los riesgos derivados de las inundaciones.