Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl diccionario tiene palabras evocadoras y 'volver' es una de ellas. Volver es ir al lugar de donde se partió, regresar, llegar, retornar, retomar, reconectar, reconstruir y proyectar. Y añade el diccionario, en la vigesimoprimera acepción del verbo, que expresa también «anudar el hilo ... de la historia o discurso que se había interrumpido», como se difiere la vida misma al partir y hasta la vuelta.
Leo estadísticas que señalan que Córdoba es una de las provincias que más población ha perdido en los últimos años. Los jóvenes se quejan de las pocas oportunidades laborales que se les ofrecen en su tierra, de la que piensan que pronto será una ciudad de mayores y jubilados, cómoda y agradable en su belleza y calma, pero de la que tendrán sin remedio que marchar.
No me gustaría que sus desesperanzadas apreciaciones fueran ciertas. Pero, de hecho, muchos encuentran trabajo fuera de su provincia y otros deciden, obligados o no, emigrar. Esta realidad es una pérdida constante y dolorosa de lo mejor que tenemos, una hipoteca sobre el porvenir, porque los jóvenes son nuestra indispensable riqueza.
Por ello, me ha alegrado el acertado artículo de nuestra compañera Pilar García-Baquero sobre el programa 'Volvemos a Córdoba', pionero en España, que merece ser reconocido. Esta iniciativa de gran visión, impulsada y financiada por el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo del Ayuntamiento, tiene como objetivo apoyar a los cordobeses en el extranjero que optan por el retorno y que precisan no sólo asesoramiento técnico, sino acompañamiento integral en los retos personales y profesionales a afrontar.
Hay una generación a la que se la convenció -y no sin razón- de que salir era imprescindible para prosperar y crecer: abrir la mente, moverse, aprender idiomas, exponerse a lo desconocido, conocer culturas y otras formas de pensar, de estar. Conocieron un mundo al alcance de su mano, creyeron que se podía ser de donde se quisiera y que en ello residía la clave del éxito.
Demasiados jóvenes brillantes, que nunca debieron irse, han salido y siguen saliendo del país a diario. Una fuga de talentos y de futuro más valiosa que la de capitales, que tanto se persigue. Ahora desean regresar, a pesar de sus logros laborales, porque aquella promesa ha revelado sus matices.
Dejaron atrás el origen, los afectos y una parte de sí mismos que necesitan recuperar. No es justo que tengan que pagar una deuda tan costosa para conquistar un mejor futuro. Vuelven no por fracaso, sino por convicción.
Desean regresar a casa, al lugar de los vínculos, echar raíces, ver crecer aquí a sus hijos, cuidar a sus padres, estar cerca de su familia y amigos y tener la oportunidad de aportar tanto aprendido allí donde uno pertenece, porque nadie desea verse «sin hijo que te busque, como a Ulises, sin Ítaca que aguarde y sin Penélope», que dice Cernuda en su poema 'Peregrino'.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete