Mirar y ver
Cosmopoética: ciudad poesía
La poesía no es un lugar donde escapar, sino al que llegar
Los dueños de las palabras
Córdoba que suena
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl otoño, en su continuo retorno, se inicia en Córdoba con la poesía a raudales de Cosmopoética. El hombre de negro con paraguas y bombín, visitante invariable de los primeros días de octubre, conjura la lluvia -siempre llueve-, pero sobre todo aguaceros de ... versos. A su levita negra le han crecido coloridas flores, que evocan las palabras del poeta brasileño Drummond de Andrade, inspiración del lema de esta edición del prestigioso festival: «¡Una flor nació en la calle! [...]. Perforó el asfalto, el tedio, el asco y el odio».
Para los organizadores, y en nuestro convulso y violento mundo, como la planta «que nace de la roca, la quiebra y acaba floreciendo», así es «el poder de la vida para regenerarse aun en las peores circunstancias», llena de esperanza fértil. Este es también el poder de la poesía. Aunque eterna, llamada a la intemporalidad, nace contextualizada. Como afirma Martín Garzo, no ha surgido «para apartarnos de la realidad, sino para permitirnos adentrarnos más profundamente en ella» y transformarla.
Cosmopoética lanza una atractiva y valiente propuesta, con el objetivo de canalizar, mediante la cita poética, el diálogo con el presente desde «un compromiso por humanizar y humanizarnos, a través de las artes y las letras»: autores locales, nacionales e internacionales, de distintas generaciones, y diversas lenguas y culturas, desde múltiples disciplinas -poesía, ensayo, filosofía, cine, música, artes escénicas, entre otras-, e innumerables actividades, conferencias, encuentros, talleres, experiencias, pensadas para un público heterogéneo, en casi todos los rincones de la ciudad. Versos en el ruido y en los silencios, en la piel con tatuajes efímeros, en las servilletas de bares y restaurantes, en mercados municipales y hospitales, versos y vino en las tabernas, flores y versos en los patios.
La poesía no es un lugar donde escapar, sino al que llegar. La experiencia poética es una revelación otorgada a quien se deja abrazar por su capacidad de seducción. Una vez contagiados es difícil prescindir de ella y del asombro que producen sus privilegiados dones. Es la guardiana de las palabras, de todas ellas: desde las más ilustres y célebres hasta las más humildes y olvidadas, incluso de las vulgares y malsonantes.
Nombra la realidad, la desgrana, la interpreta y la muestra a través de una mirada que persuade y convence. Aquilata el pensamiento reflexivo y crítico y restablece los significados del lenguaje. Nos reescribe. Sabe como nadie de sentimientos, emociona y los hace comprensibles a través de una experiencia íntima que se desvela a sí misma en cada verso. Es puro derroche de potencial creativo, imaginación y talento, sin posibilidad alguna de ser replicada ni sustituida por ningún otro tipo de inteligencia.
La poesía es la palabra bella, la estación de la sensibilidad y el goce estético, donde se recrea lo verdadero, bello y bueno. Humanos, profundamente humanos, nos muda la poesía. Desde el asfalto de octubre, gracias Cosmopoética.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete