El malagueño Salvador Vázquez, nuevo director titular de la Orquesta de Córdoba

Tras casi un año de vaivenes y crisis en la Orquesta, que también han propiciado la salida de su gerente David Broncano -a punto está de cerrarse otro procedimiento abierto para reemplazarle-, la agrupación musical que dirigen por 'colleras' el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía busca estabilidad y nuevos bríos para su plantel de músicos. Y para ello se apoya en una carrera prometedora, con un currículum donde ya sobresalen algunos hitos y el favor de la crítica, que ha destacado su «madurez artística» y la necesidad de adoptar «vuelos más altos» que hasta los ahora resueltos.

La proyección lograda por la Orquesta de Córdoba en los cinco años de trabajo de Carlos Domínguez-Nieto, con una mayor implicación a pie de calle y un paulatino aumento de abonados al Gran Teatro, será uno de los legados que tome ahora Vázquez en una etapa que como ha ocurrido casi siempre no se presume fácil pero que aspira a una consolidación interpretativa. De los números internos deberá encargarse la gerencia que en breve recale y tenga que ir de la mano del nuevo director.

El mal sabor de boca que dejó la salida de Domínguez y la decisión posterior de Broncano no dejan un caldo de cultivo óptimo. El episodio del concierto donde supuestamente el anterior director habría afeado a unos niños con necesidades especiales el ruido en la sala de conciertos fue la gota que colmó un vaso donde las relaciones entre músicos y dirección se resquebrajaba. Ése será uno de los primeros retos de Salvador Vázquez, además del repertorio (es un amante de la ópera).

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En la trayectoria del músico malagueño está la dirección de orquestas como la Sinfónica de Castilla y León, la Sinfónica de RTVE, la Real Orquesta de Sevilla, Málaga, Navarra, la Filarmonica Nationala Serguei Lunchevichi (Moldavia), Tenerife, Extremadura, Córdoba; Granada; Murcia o la de Porto Alegre (Brasil).

Ha sido director titular del Coro de Ópera de Málaga y actualmente es director artístico de la Joven Orquesta Barroca de Andalucía (JOBA). Además, también ha sido director asistente en la Barenboim-Said, la Orquesta Joven de Extremadura y la Orquesta de Extremadura.

Fue galardonado en 2015 con el Premio 'Ciudad de Málaga' a la mejor labor musical. En 2016 obtuvo el primer premio del Concurso Internacional de Dirección de Orquesta de Córdoba. También fue finalista en la quincuagésimo sexta edición del Concurso Internacional de Dirección de Besançon (Francia), elegido entre 270 candidatos de todo el mundo.

Ha colaborado con cantantes y solistas de la talla de Anna Fedorova, Nancy Fabiola Herrera, Raquel Lojendio, Vadym Kholodenko, Daniel Ciobanu, Ainhoa Arteta, entre muchos otros, y donde Salvador Vázquez ha demostrado versatilidad y calidad interpretativa en diferentes ámbitos.

Vázquez aterrizará en los próximos días en una Orquesta que tiene seis años menos que él: joven pero curtida. Ahora quiere abrir un nuevo periodo tras casi un año de vacío y mucha incertidumbre. No será algo nuevo pues han sido diversos los momentos de crisis que ha vivido la formación. A veces por salidas inesperadas como la de Leo Brouwer, que la anunció en una entrevista sin que mucha gente lo supiese de antemano; y otras, con polvareda como cuando se cesó en octubre de 2012 al histórico gerente Alfonso Osuna.

También la gran crisis económica de 2008 a 2018 puso en un brete el futuro de la Orquesta (y de todas las andaluzas), cuando cundió la idea de que podía ser un gasto adecuado para el tijeretazo en tiempos de vacas flacas. Ayuntamiento y Junta tuvieron rifirrafes para cuadrar las cuentas que hoy en día tampoco son excesivamente holgadas.