El regreso triunfal de Luis Miguel a España desde Córdoba

Muy poco ha tardado en poner al público en pie con un clásico de su repertorio 'Será que no me amas' y que subió los decibelios de la plaza en un montaje con una gran pantalla gigante tras el escenario dondese podía seguir cada detalle de su actuación. Luego 'Amor, amor' y 'Suave', otros clásicos más.

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Álvaro Carmona

El cantante mexicano abre su gira española, seis años después de su último concierto en nuestro país, en el coso de Los Califas ante diez mil personas

Muchas 'celebrities' en las primeras filas, como Luis Fonsi y su mujer cordobesa Águeda. Vicente Amigo, Luis Alfonso de Borbón, Pastora Soler, o la diseñadora cordobesa Juana Martín, entre otros muchos. Los fans poblaban los alrededores del coso desde horas antes con muchas banderas de México.

En los días más largos del año, el sol gana a la noche en Córdoba. Cuando parecía que se marchaba de toda la ciudad, justo por el oeste tuvo que durar un rato más. Brilló como la estrella que es, incluso deslumbró en mitad de la oscuridad que lo circundaba y los que estuvieron en torno a él no tuvieron otra impresión que el deslumbre. Los que no lo conocían pensaban que hacía honor a su fama. Los que ya habían asistido a sus conciertos nunca pensaron que podrían escucharlo en su propia ciudad.

Y ha sido verdad, a pesar del día inestable, de algún chaparrón y de las dudas cuando se miraba al cielo gris. Al caer la noche, apareció Luis Miguel en el escenario. El Sol de México, el gran orgullo de la música en el país azteca, empezó por la ciudad de Córdoba su gira española, un recorrido que ahora se detiene en la piel de toro, pero que está pasando por todo el mundo y quiere recorrer América desde el norte hasta el sur. En España le esperan tres millones de espectadores, porque si en principio iba a actuar sólo en Madrid, la buena respuesta del público le ayudó a cambiar la opinión.

En Córdoba, la ciudad de su pareja, Paloma Cuevas, que algo habrá tenido que ver en el hecho de que se empice precisamente por aquí, el ambiente era de excepción, de algo que sólo se va a ver una vez en la vida. Como si esos conciertos siempre tuvieran que suceder en otros lugares. Ayudaba el hecho de que entre tantos cordobeses se notara de vez en cuando la presencia de quienes no habían nacido ni residían en la ciudad. Seguramente serían quienes no habían conseguido entradas para otros lugares más cercanos y habían aprovechado la oportunidad para acercarse a Córdoba.