Tan lejos, tan cerca: las localidades del Sur de Córdoba no consiguen enlaces a la A-45

Algunos propietarios incluso aseguran que cuando conocieron la ubicación de las parcelas que recibirían a cambio de la expropiación de sus fincas o cuando las adquirieron sobre plano a la Junta o el Ayuntamiento, promotores del macropolígono, ese enlace estaba 'pintado' en el documento.

Dos décadas después, los sucesivos Gobiernos nacionales del PSOE y del PP han sido incapaces de hallar una solución a una situación que los empresarios viven como un agravio y un obstáculo a su actividad.

Les obliga a sacar sus mercancías del polígono a través del enlace Lucena Sur de la autovía, por la antigua N331, distante varios kilómetros del acceso más cercano al parque empresarial.

El caso de Lucena no es único en la provincia. A pocos kilómetros, Montilla lleva más de una década reivindicando la necesidad de un acceso directo a la A-45 con el mismo resultado. Los sucesivos regidores locales han llevado su petición al Congreso a través de preguntas parlamentarias o reuniones con el subdelegado del Gobierno de turno, que solo se han traducido hasta ahora en esperanzas vagas y negativas técnicas.

Alega la Administración la imposibilidad de construir un enlace a menos de 6 kilómetros de otro ya existente y la Orden FOM/3317/2010: «No se incluirán en los proyectos de obras públicas de carreteras del Ministerio de Fomento actuaciones cuya justificación y necesidad se base en la promoción de desarrollos urbanísticos, polígonos industriales y similares».

También lo solicitó Montemayor, tras verse como Montilla aislado de la autovía, pero según indicaba el Gobierno en una respuesta parlamentaria a una de estas peticiones, actualmente hay más de 300 municipios españoles que tienen solicitados enlaces directos a las autovías que les circundan con situaciones similares a las de Lucena, Montilla o Montemayor.

El caso aracelitano demuestra que no es cuestión de colores políticos o de financiación. La iniciativa se ha encontrado siempre con la incomprensión de los sucesivos Ejecutivos socialistas y populares. Curiosamente, cada uno de estos partidos ha pedido al otro la ejecución de esta infraestructura cuando estaba en la oposición y la ha desestimado al llegar al poder.

En 2013, con los populares dirigiendo el país, el Gobierno ratificó la inviabilidad de la pretendida conexión lucentina, indicando que incumpliría la norma de seguridad en este tipo de vías rápidas y desechando la alternativa de una vía rápida de 2,3 kilómetros y dos carriles paralela a la autovía, que uniese el parque empresarial con el enlace Lucena Sur, promovida por el Ayuntamiento, dispuesto a asumir su coste de un millón.

En 2018, el PSOE incluía de nuevo esta petición en las enmiendas al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE), con el habitual resultado nulo. Ya en noviembre de 2020, era el PP el que llevaba el enlace del polígono Príncipe Felipe entre las modificaciones a las cuentas del Estado 2021, que se tramitaban, y el Ejecutivo de Pedro Sánchez desestimó esa opción.

Ni siquiera el argumento último de que el enlace puede salvar vidas, teniendo en cuenta la implantación en el polígono del Hospital Centro de Andalucía, que acaba de cumplir un año, ha hecho que se modifiquen los criterios de Carreteras, que, como mucho, accede a señalizar 'Príncipe Felipe' y el centro sanitario desde la A-45.

Mientras, desde las naves, los empresarios ven cada día cómo a apenas veinte metros de sus calles pasan vehículos y camiones por una autovía que tienen vetada.

Este tipo de enlaces suelen acabar en vía muerta. Una excepción se dará en Córdoba capital. El Ayuntamiento pagará la conexión, eternamente demandada por los empresarios, para que haya una unión directa entre la autovía de Andalucía y el polígono de las Quemadas.

La Gerencia Municipal de Urbanismo en sus cuentas de 2022 reservó 460.000 euros para obtener los suelos para el enlace de las Quemadas y la A-4. Y tiene ya en su hucha 1,4 millones para materializar esta infraestructura.