La Fiscalía que solicita para el acusado 12 años de cárcel recoge en su escrito de acusación que acudió a casa de su expareja y una vez allí comenzó a realizarle tocamientos pese a que ella le decía que no. Acto seguido, el acusado le tiró de la camiseta y comenzó a besarle mientras le pedía ella que la dejara y abandonara su habitación.
Sin embargo, el acusado, según consta en la calificación fiscal, creyéndose que podía imponer su voluntad sobre ella por haber sido su expareja, la obligó a cambiarse de ropa y le puso una brida en la muñeca colocándoselas en la espalda y llevándola hasta el salón de la casa con la intención de satisfacer sus deseos agrediéndola sexualmente.
El Ministerio Público recoge que el acusado es el responsable de estos hechos constitutivos de un delito de agresión sexual agravado por razón de género y parentesco, por lo que solicita para el acusado 12 años de prisión, así como la prohibición de acercarse o comunicar con ella por un período de 16 años así como libertad vigilada durante 8 años después de que cumpla la condena de prisión.
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