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Cultura autorizará antes de fin de año el plan director de la Mezquita-Catedral de Córdoba
El documento concluye tres años de trabajos a expensas de la revisión de la Unesco junto al programa de gestión del Casco Histórico
El Patio de los Naranjos, cementerio de humildes
Torre alminar de la Mezquita-Catedral, de noche
La Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía aprobará en una de las dos sesiones que tiene previsto celebrar en noviembre el Plan Director de la Mezquita-Catedral después de tres años de trabajos y la incorporación de las observaciones que, documentalmente, ... se han hecho llegar desde la Delegación de Cultura, que dirige el popular Eduardo Lucena, al Cabildo Catedral. El documento se presentó en 2020 y es el segundo intento de contar con una planificación escrita de lo que hay que hacer en el principal monumento de la ciudad.
En este caso, la redacción y aprobación del plan de gestión de la Mezquita-Catedral viene dada por las constantes peticiones de la Unesco a los responsables de los bienes Patrimonio de la Humanidad. La Junta de Andalucía más que una aprobación formal dará un refrendo institucional, un sello oficial, al documento como órgano de tutela del patrimonio histórico. La Unesco tendrá la última palabra aunque eso tardará. El plan de gestión de la Mezquita-Catedral se unirá al que realiza el Ayuntamiento de Córdoba sobre el Casco Histórico y se remitirán a París para su análisis y observación. La agencia de la ONU pide, de forma muy detallada, documentos de planificación sobre cómo conservar y gestionar los bienes artísticos más valiosos del planeta.
El plan director de la Mezquita-Catedral es un tocho de casi 600 páginas donde de forma minuciosa se establece cómo está el monumento en cada uno de los sus frentes. Tiene un diagnóstico arquitectónico, arqueológico, del patrimonio mueble, del rico archivo catedralicio y de los distintos usos, desde el turístico al cultual. A partir de ahí, establece un orden de necesidades sobre cosas que hacer a corto, medio y largo plazo.
Muchos de esos proyectos, la mayoría, tienen que ver con la arquitectura de la Mezquita-Catedral. Qué partes se van a restaurar y con qué técnicas. Dónde se van a realizar investigaciones arqueológicas y para qué. En ocasiones, son proyectos ligados a la Mezquita que se tienen que realizar fuera del edificio. Es el caso de las instalaciones del Palacio Episcopal que sirven como centro de recepción de visitantes o la construcción de una nueva sede para el archivo catedralicio, que se levantará en la calle Caño Quebrado en un solar propiedad del Cabildo.
Y también tienen que ver con la gestión de un monumento que es, a la vez, lugar turístico, centro religioso católico y sede de acontecimientos culturales. En materia de gobernanza, la principal novedad que contiene el texto es la creación del Consejo de Fábrica, una suerte de grupo asesor sobre lo que se organiza en la Mezquita. Se reunirá una vez al año de forma ordinaria y tantas veces como sea preciso de forma extraordinaria pudiendo emitir informes sobre cuestiones concretas.
Lo presidirá el obispo y estará compuesto por el deán del Cabildo, el delegado episcopal para el Patrimonio Cultural, cuatro canónigos, los arquitectos conservadores, el arqueólogo del Cabildo, el ingeniero de la casa y el historiador de la institución. Además, habrá tres profesores universitarios expertos y tres técnicos en gestión cultural cuyos mandatos serán, como mínimo, de dos años. El Consejo de Fábrica se regirá por unos estatutos específicos y elegirá una comisión de seguimiento del plan director.
El plan director establece la «absoluta prioridad» de los usos litúrgicos del monumento y se acotan tres espacios para la organización de actividades culturales temporales como exposiciones. Son la zona de trasaltar de la ampliación de Almanzor, la capilla de Villaviciosa con la nave gótica que tiene a sus pies y la zona nororiental del Patio de los Naranjos.
Una de las novedades que aparecen en el plan director es la creación de una colección museográfica propia, legalmente constituida (con las garantías promovidas por la normativa), y con sede en el Palacio Episcopal. En materia turística, que es la gran clave de la financiación de lo que se hace en el monumento, se propone incrementar el uso tecnológico y, de forma expresa, renovar los aseos, que están en un lugar muy sensible de la Mezquita.
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