Asimismo, fuentes de la Consejería han explicado que las condiciones salubres del entorno se vieron «motivadas por el servicio de un evento en otro local externo, actividad que ya se le ha indicado que no puede volver a realizar». Se trata de un local situado frente a la taberna y cedido por una hermandad.
El pasado mes de enero se produjo en la taberna de la Sacristía cordobesa una toxiinfección alimentaria, tras el consumo de montaditos de pringá en una celebración, con 44 personas afectadas, habiendo fallecido una de ellas.
«Deficiencias graves»
Facua-Consumidores en Acción ha criticado este viernes en una nota que «la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Junta de Andalucía había confirmado que detectó deficiencias graves y posible riesgo para la salud en las dos inspecciones realizadas hace un mes al establecimiento cordobés, todo ello «después de haber afirmado en esas fechas que no había motivos para decretar su cierre cautelar por los inspectores determinaron que el establecimiento reunía 'condiciones'».
Al hilo de lo anterior, la asociación ha indicado esta contradicción «pone de manifiesto otra negligencia más de las cometidas por la autoridad sanitaria, que se suman a las de los hospitales privados de San Juan de Dios y la Cruz Roja», «los cuáles no reportaron a Salud los casos de intoxicados que recibieron», siendo «negligencias ante las que la federación sigue esperando que se depuren responsabilidades».
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