Un mes de julio extremo en Córdoba | Una veintena de días a más de 40 grados y 42 muertes por calor

A falta de todos los datos del mes completo, ya se pueden extraer algunos que van a pasar al a historia. En primer lugar, en julio se ha activado durante tres días consecutivos la alerta roja por calor extremo, la tercera vez en su historia en la que se concatena el aviso máximo tantas jornadas seguidas en la campiña: fueron los pasados días 23, 24 y 25. En total, han sido cuatro las ocasiones en las que el rojo ha puesto ojo avizor a la población, la primera vez que ocurre esto en un solo mes.

El calor ha azotado a Córdoba prácticamente desde principios de mes. El día 7 (valores de la capital, tomados del observatorio meteorológico del aeropuerto y publicados por la Agencia Estatal de Meteorología), las temperaturas ya empezaron su carrera ascendente y sin freno: ese día, las máximas llegaron a 39,9, un tiempo, ahora y para muchos, 'fresco'.

A partir de esa jornada y durante once seguidas, el mercurio no bajó de los 40 grados y estuvo oscilando entre 40,9 (el registro más bajo de esta serie) y 43,6, máxima que se dio los días 12 y 13.

Después de un 'respiro' el 18 y 19 del mes de 39,3 y 38,3 grados, respectivamente, se produjo una segunda subida en la que se alcanzó la temperatura más elevada de todo el año en curso: 44,2 grados el sábado 24 de julio. En total, el mes que concluye se cerrará con diecisiete jornadas por encima de los 40 grados.

La máxima del 24 de julio, pese a ser muy elevada, no se trata de la absoluta, según los registros de la Aemet: esa se alcanzó el 13 de julio del año 2017, cuando Córdoba ardió con 46,9 grados. Y, pese a ello, esta marca tampoco es la mayor de toda España: el 'título' lo tiene el municipio de Montoro, que el 14 de agosto del pasado año 2021 llegó a 47,4 grados, un valor que es el registro más alto medido en el país de manera fiable.

El pasado 24 de julio no solo tiene el récord de la máxima más alta del presente ejercicio, sino que también fue la noche más sofocante de este 2022: la mínima de ese lunes fue 25,2 grados a las 6.50 horas, mientras que a las 1.50 horas, el termómetro marcaba en Córdoba 35,7 grados.

En base a estas máximas, el mes de julio de 2022 podría llegar a superar o igualar el récord de temperatura media más alta hasta ahora registrada (de la serie que analiza la Aemet desde 1920). Hasta ahora, esa marca se dio en julio de 2020, cuando se alcanzaron los 30,8 grados. Con los datos disponibles del 1 al 26 de julio de este año, la temperatura media llega a los 30,3 grados, con lo que se supera de sobra el valor normal para un mes de julio en la provincia, que está en los 28 grados, según la Aemet.

Igualmente, la media de las máximas diarias de julio de 2002 se sitúa en 40,5 (hata el día 26), indicador que está por encima del registro usual durante el séptimo mes del año, que se sitúa en los 36,9 grados.

Las olas de calor que se están registrando este verano no van a ser capítulos meteorológico aislados. El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, ya lo advirtió en declaraciones a ABC Córdoba: «Con los modelos de cambio climático existentes, la probabilidad de que pueda llegarse a 50 grados en ciudades calurosas de España , como son Sevilla y Córdoba e incluso en urbes del Norte, como podría ser en Zaragoza, será muy real a partir de mediados del siglo XXI».

En este sentido, apunta que el sistema climático «ya lo hemos alterado» . «La emisión de gases de efecto invernadero ha modificado un equilibrio muy frágil y estamos viendo cosas que podíamos catalogar como impensables hace unos años, como los 50 grados a los que sí se llegó en Canadá por ejemplo . Eso fueron cuatro o cinco grados más que el récord anterior de ese país», reflexiona.

Las altas temperaturas mantienen en alerta a las autoridades sanitarias por los riesgos que tiene para la salud, sobre todo, para los colectivos más vulnerables: desde que empezó la ola de calor (día 10 de julio) hasta el pasado día 28, ha causado la muerte de más de una cuarentena de cordobeses. Así aparece reflejado en el último informe del sistema de vigilancia MoMo del Instituto Carlos III, dependiente de Sanidad, creado para monitorizar los excesos de mortalidad en España que puedan causas olas de calor, períodos de frío o epidemias.

Desde el pasado día 11 (la segunda ola de calor empezó oficialmente el 10 de julio), el MoMo ha contabilizado 42 decesos «atribuibles a temperatura». El año pasado y contando agosto solo fueron 23 en la provincia. Este sistema de vigilancia no detalla las causas, pero se sabe que esta mortalidad no viene causada principalmente por golpes de calor; de hecho, según fuentes de la Delegación de Salud en Córdoba, no ha habido ningún ingreso en los complejos hospitalarios de la provincia por ese motivo.

Así, las muertes que el MoMo justifica con el calor se deben, en la mayoría casos, a una descompensación metabólica, normalmente de las personas de más edad, que puede generar insuficiencia renal, cardíaca, respiratoria o un fallo multiorgánico.

Los picos de fallecimientos achacables a las altas temperaturas se registraron los días 15, 16, 17 y 18, cuando se llegó a activar la alerta roja por calor, con máximas por encima de los 43 grados. Según los datos recopilados por el MoMo, el 15, 16 y 17 murieron tres personas cada jornada, y cuatro el 18.

El sofocante calor no solo azota a Córdoba, sino que se ha dejado sentir en todo el territorio nacional; y también se ha convertido (desde que se tienen registros) en el más mortífero, según los informes del MoMo.

Entre el 1 y el 27 de julio se registraron 1.993 muertes atribuibles a las temperaturas en toda España. Sumando los datos de junio, el total asciende a 2.823 fallecimientos. Y todavía falta agosto, que también se prevé más cálido de lo normal.

Así, el portal eltiempo.es avisa de una nueva ola de calor extremo que convertirá al próximo sábado 6 de agosto en la jornada de mayor temperatura de todo el año 2022 en España. Será ya a partir de la segunda semana de agosto cuando las temperaturas puedan experimentar un descenso.