El juez abre la ronda de testificales por el incendio del helicóptero del 061 en el que murió un paciente en Cabra

Según ha informado a ABC el abogado Damián Vázquez, especialista en derecho sanitario y colaborador jurídico de la asociación Defensor del Paciente, el órgano judicial remitió una providencia el pasado 10 de diciembre para las citaciones: en concreto, se llama a declarar como perjudicados tanto a los herederos del fallecido como a los dos sanitarios (un médico y una enfermera) que lo acompañaban el fatídico día. Tendrán que acudir al juzgado el próximo 29 de enero.

Llama la atención que el togado no haya llamado a declarar (por el momento) al piloto y al copiloto del helicóptero, que también se vieron afectados por las llamas. Es más, el copiloto sufrió quemaduras en uno de sus brazos al intentar rescatar al paciente.

Por otro lado, el juez también informa en la citada providencia que un médico forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Córdoba realizará el preceptivo informe de sanidad a los dos sanitarios. E, igualmente, solicita a la Policía el atestado de los hechos para que se incluya en la causa, ya que sólo se aportó un CD con imágenes del incendio.

La disposición judicial se dirige, además, a la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil para que remita el informe definitivo del suceso y también se le comunica que cuenta con los restos del helicóptero por si los requiriese para su examen.

Según informa el abogado, el juez también libra oficio al Ayuntamiento de Cabra por si considera oportuno reclamar por los daños que el fuego del helicóptero provocó en sus instalaciones, ya que la aeronave despegó desde el campo de fútbol de la localidad.

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En esta causa penal, además del Defensor del Paciente se ha personado la empresa que operaba el helicóptero, Avincis Aviation España.

Además de este procedimiento penal, tal y como apunta el letrado, «tenemos abierta una reclamación patrimonial por vía administrativa contra el SAS y hace pocos días nos ha remitido un escrito en el que informa sobre la apertura a trámite del expediente para que se presenten las preceptivas pruebas».

El incidente mortal que se investiga provocó gran conmoción en la localidad egabrense. Sobre las 20.00 horas del 10 de agosto, el paciente, de 75 años, acudió al Hospital Infanta Margarita tras sufrir un fuerte dolor en el pecho. Los sanitarios del centro le informaron de que iba a ser trasladado en helicoptero al Reina Sofía de Córdoba para realizarle un cateterismo cardíaco.

Al no existir una UVI móvil con el equipo necesario para llevar al hombre por carretera, se decidió que el traslado fuera por aire, en un helicóptero, según informa el letrado.

La aeronave iba a despegar desde el campo de fútbol de la Ciudad Deportiva 'María Dolores Jiménez Guardeño' de Cabra, ya que el helipuerto que se encuentra en la parte superior de la calle Ben Mocadem «no cumple la normativa y por lo tanto no está legalizado», indica la asociación del Defensor del Paciente.

Tan y como recoge la denuncia, una vez se realizaron las comprobaciones previas al despegue, y con el copiloto todavía en el exterior del helicóptero, «se inicia un fuego en la cabina, donde estaba el paciente en una camilla, completamente atado y el piloto, a los mandos del aparato. El médico y la enfermera estában también en el interior, con el enfermo», indica la asociación.

Con la deflagración, todos los ocupantes de la aeronave salieron corriendo, y dejaron al paciente en el interior. El copiloto acudió en ayuda del hombre, pero sufrió quemaduras en uno de sus brazos por una sorpresiva explosión, por lo que le fue imposible sacar al hombre. Al final, cuando «se quemaron parte de las correas que lo tenían inmovilizado», los actuantes consiguieron rescatar al anciano.

Al cabo de un rato, llegó hasta el campo de fútbol una UVI móvil, «lo que llama la atención, ya que, supuestamente, este medio de transporte no estaba disponible», dice el representante del Defensor del Paciente.

El herido, tras ser estabilizado, fue trasladado al Hospital Reina Sofía, donde se indica a los familiares «que el corazón está bien, que ellos no han encontrado ninguna anomalía, cuando esa era la supuesta causa de traslado, y que dada la importancia de las heridas provocadas por el fuego lo más adecuado era programar un traslado de urgencia al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla», donde, finalmente, falleció el pasado mes de octubre, como consecuencia de las quemaduras sufridas en el 40 por ciento de su cuerpo.