Córdoba, la casa de todos

Un día después, en este mismo Diario, leo el siguiente titular: «Ciudad Jardín recibe los planes municipales con escepticismo: El barrio se muere». El nombre de ese barrio se debe a que en su inicio se contemplaban jardines y parques por toda la zona. Se tardaron muchos años para ver algo de jardines y parques en el barrio. Sobre dicho barrio el Ayuntamiento ha aprobado múltiples programas de rehabilitación que siempre se quedan en palabras. Eso genera una total desconfianza en los residentes. Consecuentemente se produce la desbandada de los más desahogados, normalmente jóvenes, y la llegada de aquellos que ven el barrio como el más asequible a sus escasas posibilidades económicas. Una vez más son los responsables políticos de Córdoba el problema y la solución. Y es curioso que ese mismo lunes y en 'Cartas al director', un lector, hablando de la sociedad española diga que «precisamos de alguien que inspire confianza a la ciudadanía, que tenga carisma, buen criterio y personalidad, que no sea un veleta ni un timorato dubitativo».

Recojo las palabras con las que termina esa carta al director para decir que, si en Córdoba no surge ese necesario líder, mucho me temo que no vamos a conseguir tener esta nuestra «casa de todos» que es Córdoba, como los ciudadanos de Córdoba merecen.