José Luis Nevado: «Las cooperativas pequeñas deben unirse para poder tener futuro»

-¿Qué ha supuesto esta nueva entrada en el grupo?

-Esta unión se produjo el pasado mes de enero y supuso el nacimiento de este grupo de cooperativas como tal. Hasta ese momento trabajábamos juntas las cooperativas olivareras de Nuestra Señora de Villaviciosa, Nuestra Señora de la Estrella de Espiel, San Rafael de Villaharta y San Isidro de Belmez junto a la Cooperativa Agrícola de Exportación de Vinos del Guadiato. Con Coforest incorporamos la actividad de los recursos forestales, que es el principal sector agrícola en nuestra comarca del Alto Guadiato junto al olivar, a nuestro negocio. Somos la única cooperativa olivarera en España que, entre sus líneas de actividad, también se encuentran los recursos forestales.

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-¿Están abiertos a nuevas incorporaciones de otras empresas en el futuro?

-Sí. De hecho, estamos en negociaciones para conseguir que la Cooperativa Olivarera de Villanueva del Rey se incorpore a nuestro grupo. Tenemos claro que hoy en día las cooperativas pequeñas existentes en los municipios deben unirse para que puedan tener futuro. Queremos hacer más fusiones con el fin de ser más fuertes. Así podremos afrontar mejor los periodos con mayores dificultades. Es verdad que, por ejemplo, en el olivar vivimos una época de precios altos, pero todo esta cambiará cuando la producción oleícola crezca. Hay que estar preparados cuando llegue ese momento y ser competitivos.

-¿Cuál es el peso actual del grupo en términos de facturación?

-Nuestro volumen de negocio anual se sitúa en torno a los seis millones de euros. El grupo cuenta con más de 2.000 socios actualmente, entre todos los municipios de la comarca en los que estamos presentes. Además de nuestra actividad tradicional, contamos con tiendas y con puntos surtidores de combustible.

-¿Cuál es la actividad vitivinícola del grupo?

-Estamos intentando recuperar los vinos de la tierra. Estamos viendo que algunos productores se están atreviendo a poner viñedos en sus explotaciones. En la zona de Villaviciosa ha habido desde siempre una tradición vitivinícola, hasta tal punto que en un momento dado había más superficie de uva aquí que en Montilla. Sin embargo, debido a la aparición de enfermedades, se abandonaron las viñas y estas se convirtieron en pinar.

-¿Cómo ha sido la campaña olivarera para la compañía?

-La cosecha no ha sido tan mala como en otras zonas, porque el olivar del Guadiato está mejor preparado para las épocas de sequía como las que estamos viviendo actualmente. Nuestros suelos tampoco tienen grandes necesidades de agua, al mismo tiempo que en esta zona se han registrado más precipitaciones que en otras. Por todo ello, podemos decir que nuestra producción este año es media-alta. En un año normal podemos alcanzar entre siete y ocho millones de kilos de aceituna recogidas, mientras que en la campaña que acaba finalizar hemos llegado a los cuatro millones.

-¿Cómo están afectando los costes a los socios del grupo?

-Es un factor que nos influye mucho porque la recogida de la aceituna aquí más costosa al estar muchos olivos en pendiente.

-Desde hace años cuentan con una sección de frutos secos para sus producciones de almendra y pistacho. ¿Qué futuro tienen estos cultivos en el grupo?

-Actualmente contamos con 195 socios almendreros en el grupo. En el caso del pistacho tenemos muchos menos al ser un alimento que ofrece buenos precios, pero retrae a los agricultores el hecho de que se trata de un cultivo que necesita nueve años para conseguir producciones normales. Nuestros socios con explotaciones de pistacho se concentran en Peñarroya-Pueblonuevo y Los Blázquez. Toda la cosecha de frutos secos la limpiamos en Villaharta y luego las envasamos y comercializamos a través de Dcoop, del que formamos parte, en su planta partidora de almendra ubicada en Villarrubia. Hay buenas perspectivas para la almendra española este año porque se espera una menor producción en California, que es la zona líder de este cultivo en el mundo, como consecuencia de las inundaciones y otros fenómenos atmosféricos que se han producido allí. La actividad exportadora de los frutos secos y del aceite de oliva la realizamos a través de Dcoop.

-¿En qué situación se encuentra el proyecto para instalar una ensacadora para el tratamiento del pellet?

-El objetivo es utilizar el hueso de la aceituna para generar energía en las calderas, un producto que se encuentra actualmente en auge. Hasta ahora este recurso lo vendíamos a granel, pero con esta tecnología pensamos que podemos obtener un mayor rendimiento. Para este proyecto la Junta de Andalucía nos ha concedido una ayuda. Nuestra intención es que esta maquinaria esté en funcionamiento este mismo año. La inversión supone en torno a unos 15.000 euros.