Pasar el rato
Faltan mantas
Una sociedad que permite que algunos de sus hijos mueran de frío en la calle merece estar gobernada por Pedro Sánchez
Los Trinitarios de Córdoba piden mantas para los sin techo
Córdoba
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Iniciar sesiónLa política corrompe incluso cuando se escribe de ella. Corrompe la inteligencia y embota la sensibilidad. La política lo ocupa todo, todo es hoy política, con olvido de las cosas humildes y verdaderas. Uno comprende que los periódicos no puedan hacerle ascos al asco, ... aunque los asquee, y por eso se ocupan tanto de Pedro Sánchez. Los animales muerden para alimentarse o para defenderse. Pedro Sánchez hace daño por el placer de hacer daño, está diseñado para el mal. Una manada de chacales rechazaría a un hombre así por falta de nivel moral.
Núñez Feijóo, «el gallego y su cuadrilla», una vaga esperanza azul, es un triste, un socialdemócrata indefinido y triste, del que los españoles únicamente pueden esperar que los libre de Pedro Sánchez y los decepcione luego. Uno de los escritores en periódicos más ingeniosos y cultos de España, Ignacio Ruiz Quintano, decía el viernes pasado en su artículo de ABC: «El PP piensa lo mismo que el PSOE, sólo que después«. Y ya veremos si no repite Sánchez, que ha pensado antes.
Hasta Vox tronitonante ha tenido que recurrir a la izquierda para llamar la atención. Si el profesor Tamames no se afilia, el partido se quedará en un complemento político gris de señora y caballero. La derecha siempre sorprende con sus rebajas ideológicas.
Los Trinitarios de Córdoba piden mantas para los sin techo
R. V. M.La organización se ha quedado sin existencias en su ropero, por lo que pide la colaboración ciudadana
Entre tanto, «los hombres mueren y no son felices». Unos pasan más frío que otros, aunque la tristeza carezca de clase social. En Córdoba hay hombres tan pobres que no tienen ni una manta que ponerse en enero, ni una camisa que quitarse en agosto. La casa de acogida de los Trinitarios trata de aliviar el tránsito de los menos afortunados dándoles de comer y de abrigarse. Si no puede devolverles la alegría, les da un poco de calor para el viaje definitivo.
Una sociedad que permite que algunos de sus hijos mueran de frío en la calle merece estar gobernada por Pedro Sánchez. Pero los bondadosos Trinitarios se han quedado sin mantas. Ha hecho mucho frío en Córdoba, y el frío encoge la fraternidad, la igualdad y la libertad. Piden donaciones de mantas. Es una petición original y desconcertante. Después de conocerla por una crónica de este periódico, uno se avergüenza de haberse lamentado de su suerte alguna vez. Hoy me han parado por la calle tres personas que llevaban consigo todo lo suyo: una bolsa de plástico y una manta. La manta se ha convertido en un signo externo de riqueza en la miseria. Creo que me han parado para hacerme sentir incómodo.
Cuando leo sobre la admirable labor de los Trinitarios, mi pensamiento va al padre Lázaro Castro, al que conozco y admiro. Como san Francisco de Asís, tiene poco, y lo poco que tiene también lo necesita poco. A diferencia de él, Pedro Sánchez necesita cada día más lo mucho que tiene. Gracias a que hay en España más hombres como el padre Lázaro, que son el prójimo del hombre, esta sociedad no ha estallado todavía como un forúnculo. Empieza a calentar el sol del mediodía de febrero, y la vida se desliza amablemente por el fondo de las copas en las terrazas cordobesas.
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