pasar el rato
Dudando
Si las administraciones siguen intercambiándose papeles por La Colada el agua que habrá será embotellada
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Iniciar sesiónNo tener tema para escribir es mejor que dudar entre varios de los posibles. Y hoy estoy para dudas solamente. El problema del agua en el norte de Córdoba, la nota que se necesita para estudiar Medicina en Córdoba, y el divorcio en ... Andalucía, que incluye Córdoba, esas son las cuestiones. Lo razonable sería romper el folio en mil pedazos -quizá no tantos, porque me dará más trabajo que escribir el artículo- y salir a buscar la certeza de los bares. Elijo la certeza de la duda, uno ha sido educado para enfrentarse al destino. De la noticia sobre la conexión mediante tuberías entre los pantanos de Sierra Boyera y La Colada, sólo he entendido que los cordobeses del norte de la provincia andan muy escasos de agua, mientras las variadas administraciones discuten y se intercambian papeles. Si no se dan prisa los que visten tan despacio al contribuyente, 80.000 cordobeses se acercan al momento en que el agua no será para ellos más que un recuerdo histórico embotellado.
Sois afortunados, mis queridos amigos, porque siempre os quedará el excelente fino de la tierra, puede que les diga Pedro Sánchez, el consolador. Peor están en el Sáhara, y por eso he tenido que regalárselo a Marruecos, porque no encuentro tuberías tan largas. En las reuniones de aguadores se ha diseñado un vago panorama de tuberías incompletas y de dineros y programas inconcretos. Han decidido que decidirán, mientras los pájaros no pueden quedarse cantando porque tienen la garganta seca.
Para estudiar Filosofía en la Universidad de Córdoba, a Platón le bastaría con la mitad de nota que a un aspirante a médico interno residente. Al que luego llamaremos doctor por costumbre, por pereza intelectual, sin exigirle que tenga, al menos, una tesis doctoral plagiada. La Medicina es la ciencia de la curación del cuerpo, teniendo en cuenta la sanación simultánea de la mente. Casi toda la Medicina es medicina psicosomática.
Para entender esto ayuda una cierta frecuentación de las Humanidades, porque «el que sólo sabe Medicina, ni Medicina sabe». Así de claro lo dejó en el siglo XIX aquel médico sabio que fue José de Letamendi, catedrático de Anatomía en la Universidad de Barcelona, y después, creo que de Patología en la Central de Madrid. Además, poeta, músico y pintor. Es posible que la nota de corte esté cortando cabezas muy apropiadas para la profesión médica, incluso cerebros extraordinarios que navegan con soltura por los saberes, pero con hipotermia académica, con unas décimas de menos.
Y queda lo del divorcio en Andalucía, que tampoco es noticia. Todo es siempre lo mismo, únicamente cambia la forma de explicarlo. Los divorciados andaluces del año pasado se mueven entre los que se devolvieron los guasaps al finalizar el primer año de contrato, y el rosario de su madre a los 64 de antigüedad en el escalafón. Al año de matrimonio es fácil confundir el enamoramiento antecedente y debilitado con el amor consecuente y fundante, que es un acto poético de la voluntad; a los 64, lo confuso es la identidad del consorte. «¡Santo Dios! ¿y éste es aquél?». En los extremos está la noticia.
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