Hijo predilecto

Hoy es propiedad del Ayuntamiento de Montilla y se gestiona a través de la Fundación 'Biblioteca Manuel Ruiz Luque'. Allí los investigadores del pasado, los curiosos lectores y quienes desean tener o aumentar sus conocimientos sobre alguna de las múltiples materias que recogen los cientos de miles de páginas de esos libros, las tiene a su disposición.

Una parte, solo una parte, de los fondos de esa biblioteca lo constituyen obras de autores montillanos, de temas relacionados con Montilla y su historia. Con paciencia benedictina Ruiz Luque fue indagando a lo largo de una vida donde podían encontrarse impresos, a veces manuscritos inéditos u obras de las que apenas había recuerdo de su existencia que tuvieran relación con Montilla. Hoy el conocimiento del pasado de la ciudad campiñesa es mucho más diáfano gracias a ese continuado esfuerzo de años.

Parte de sus fondos han sido requeridos para ser expuestos en exposiciones bibliográficas en lugares muy diferentes. Uno de ellos fue en Toledo, en el Museo del Ejército, cuando en el año 2015 —año en que se cumplía el V centenario de la muerte de uno de los más ilustres montillanos de todos los tiempos: Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán— dedicó una exposición al ilustre soldado que contó con una amplísima representación bibliográfica sobre el personaje, gracias a la aportación realizada por la biblioteca de Ruiz Luque.

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El Ayuntamiento de Montilla tomaba el pasado 27 de febrero el acuerdo de instruir el correspondiente expediente para declarar a don Manuel Ruiz Luque, que es Medalla de Andalucía, hijo predilecto de Montilla. Suele —no siempre ocurre— reconocerse a los hijos más relevantes, que lo son por las más diversas circunstancias. Don Manuel Ruiz Luque es denominado en ese expediente como bibliófilo. Su amor a los libros le hace acreedor a dicha denominación, pero es un bibliófilo excepcional que ha trabajado con tesón para mejorar el conocimiento de su pueblo, tanto en el presente como en lo que se refiere a tiempos pasados. Su amor por los libros es inagotable.

Por ello y por ese encomiable trabajo de décadas ya sería acreedor a la distinción que ahora el Ayuntamiento de su ciudad impulsa. Añádase a ello las iniciativas culturales en las que ha sido pieza fundamental, aunque siempre huyendo de protagonismos que no le interesaban. Don Manuel Ruiz Luque es un montillano que se enorgullece de serlo, es persona afable, generosa y tan hospitalaria que a quienes acoge no se sienten extraños en Montilla. Con su declaración como hijo predilecto de Montilla se hace justicia a su persona, al tiempo que la ciudad se honra a sí misma, reconociendo a quién es uno de sus hijos ilustres. Desde esta columna nos sumamos a esa acertada decisión del Ayuntamiento montillano.