DESDE SIMBLIA
Fumata blanca
A veces se produjeron confusiones porque el color del humo, más claro o más oscuro, era difícil de interpretar
Cuántos votos se necesitan en el Cónclave para ser Papa
Cuando escribo estas líneas el humo blanco apareció en la chimenea indicando a la cristiandad y al mundo que la Iglesia tiene un nuevo pontífice: León XIV.
Una vez que el humo blanco ha dado la noticia, el cardenal protodiácono se asomará a uno de ... los balcones del Vaticano y dirá: 'Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!'». La costumbre de dar a conocer, a través del humo blanco, que el colegio cardenalicio ha elegido Papa es una tradición relativamente reciente.
En una institución que tiene dos mil años de historia puede pensarse que esa fórmula tiene muchos siglos de existencia y que hundiría sus raíces en la Edad Media o en el Renacimiento, tiempo en que quedaron establecidas ciertas costumbres vaticanas. Siglos atrás los romanos se reunían en el Quirinal para ver el humo que producía el quemarse las papeletas en que los cardenales habían votado.
Entonces ver humo significaba que la elección no había permitido aún proclamar un nuevo papa. Precisamente no ver humo significaba que la elección había tenido lugar. Aquello se prestaba a toda clase de confusiones. Fue en la segunda década del siglo XX, en el año 1914, cuando se conoció por primera vez cual era el resultado de la votación que había tenido lugar en el cónclave mediante una fumata blanca. Fue en la elección de quien sería Benedicto XV.
Se había establecido que, si el humo que salía de la chimenea era negro o cuando menos oscuro —con las papeletas de votación se quemaba paja mojada—, significaba que la elección aún no se había producido. Cuando el humo de la chimenea fuera blanco —la paja que se utilizaba estaba seca— se anunciaba al mundo que la iglesia católica ya tenía un nuevo pastor.
A veces, se produjeron confusiones porque el color del humo, más claro o más oscuro, era difícil de interpretar. Hubo Papas elegidos y por el humo no parecía que tal cosa hubiera ocurrido. Por el contrario, hubo fumatas que hicieron creer que ya había nuevo papa, cuando en realidad eso no había ocurrido.
En el conclave que eligió papa al cardenal Roncalli, que tomaría el nombre de Juan XXIII, la difícil determinación del color de la fumata hizo que se diera pábulo a un rumor que señalaba como Papa a monseñor Siri y que el nombre elegido era el de Benedicto XVI. Esas incertidumbres e incluso confusiones llevaron al Vaticano a adoptar medidas como el utilizar algunos productos para que el humo sea claramente blanco o negro.
Incluso, cuando la fumata es blanca se acompaña de un repique de las campanas del Vaticano. Francisco ya tiene sucesor en la figura del norteamericano Robert Prevost Martínez, que será conocido como León XIV.
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