José Antonio López (Coop. Virgen de la Sierra): «El olivar tradicional lo tiene muy difícil si no es a través de una apuesta clara por la calidad»

-¿Cuál es la situación actual de la cooperativa?

-Nuestra cooperativa tiene más de 70 años de historia. Nos encontramos en un momento de transformación digital y de los procesos productivos. Hace tres años iniciamos un plan estratégico con las miras a medio plazo. Estamos en la mitad de este programa en el que hemos analizado cómo estamos y cómo nos queremos ver en el futuro, llevando a cabo una serie de actuaciones a fin de conseguir los objetivos marcados. Uno de ellos era la reorganización de la empresa dentro de una apuesta clara por la calidad.

A partir de ahí hemos mejorado los procesos, hemos una inversión importante en I+D y en la mejora de la maquinaria para ser más eficientes, y hemos impulsado una mejora de la imagen de marca con la creación de la enseña Monteoliva. Hemos comenzado a participar en ferias y en concursos internacionales.

Actualmente contamos con unos 1.800 socios y una producción media anual de unos cinco millones de kilos de aceite de oliva. Nuestra facturación cada año ronda entre los 15 y los 20 millones de euros.

-¿Cuáles son los motivos por lo que se puso en marcha este plan estratégico?

-Con los costes de producción tan elevados que hay actualmente el olivar tradicional como el nuestro lo tiene muy difícil si no es a través de una apuesta clara por la calidad y por la diferenciación a fin de que el agricultor vea ese valor añadido. Si no actuamos así, terminaremos arrancando los olivos y poniendo placas solares. Nuestra idea es que el olivar siga siendo rentable para que continuamos dinamizando nuestra zona.

Con el plan estratégico hemos hecho un borrón y cuenta nueva en la cooperativa. Nuevo equipo directivo, nueva forma de trabajar, nuevos protocolos y nuevos procedimientos.

Tras poner en marcha la línea ecológica, vamos a implantar otros certificados de calidad. Uno de ellos el de la marca del Parque Natural de las Sierras Subéticas. También vamos a lanzar un paquete de oleoturismo con la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Cabra y con touroperadores, tras realizar algunas pruebas piloto con colegios y con la Universidad de Córdoba (UCO), en el que se incluirán visitas guiadas y degustaciones.

-¿Por qué se ha puesto en marcha recientemente la producción ecológica?

-Presentamos esta línea hace algunos días en la Feria de Cabra. Llevamos tres años trabajando en certificar nuestra producción y tras un arduo proceso burocrático lo hemos conseguido y ya henos sacado al mercado un primer lote. De esta manera, prestamos un nuevo servicio al agricultor que antes no teníamos, ya que, hasta ahora, nuestros socios se veían obligados a llevar su cosecha en ecológico a otras almazaras.

-Este año fueron elegidos como finalistas de los Premios Alas que organiza la Junta de Andalucía de la provincia de Córdoba en la categoría de Iniciación a la Exportación. ¿Qué peso tienen la actividad comercial en el exterior en el conjunto de su negocio?

-Comenzamos con la exportación con la puesta en marcha en macha del plan estratégico coincidiendo con la pandemia. A partir de ahí hemos empezado a participar en ferias internacionales con la Cámara de Comercio, con Extenda y con el ICEX. Por todo ello, el peso dentro del conjunto del negocio es pequeño aún.

Estamos presentes en varios países fuera de España, como Francia, Alemania, Polonia o Países Bajos. Recientemente hemos firmado un acuerdo con una cadena de supermercados brasileña.

-Pese a esa reciente presencia en ferias sectoriales fuera de España, sus aceites ya han obtenido algunos reconocimientos…

-En la última campaña conseguimos más de 30 premios internacionales, destacando los logrados en Japón, en Estados Unidos, en Alemania, en Italia, en Portugal, en Países Bajos y en Reino Unido.

-¿Qué previsiones tiene la cooperativa para la actual campaña en términos de producción?

-Nuestra previsión es que la cosecha se reduzca en torno a un 50 por ciento respecto a un año normal hasta quedarnos en unos 2 ó 2,5 millones de kilos de aceite. Tener la mitad de producción conlleva una situación complicada para una firma como la nuestra con unos costes de estructura que son fijos todos los años, lo que nos obliga en muchas ocasiones a hacer malabares para reducir gastos sin tocar a la plantilla para obtener rentabilidad para el agricultor.

Estos últimos años están siendo difíciles para el sector en su conjunto por las bajas cosechas, los precios tan altos y el menor consumo a nivel nacional. A pesar de este entorno, en nuestra cooperativa hemos conseguido en este periodo duplicar nuestra facturación y aumentar la cantidad de aceite envasado hasta alcanzar una tasa del 10 por ciento del total.

-Los precios de aceite de oliva se siguen manteniendo elevados. ¿Cómo cree que evolucionarán en los próximos meses?

-La situación actual es muy compleja porque los grandes envasadores tienen poco aceite en el mercado y la demanda sigue alta, por lo que es lógico que el precio se mantenga alto.

No obstante, mi opinión es que ya se ha tocado techo con las cifras cercanas a los 9 euros por kilo del virgen extra. Creo que hasta enero o febrero el precio se mantendrá estable cuando ya esté toda la producción en el mercado. Después habrá que ver si sigue lloviendo en primavera y qué previsiones habrá para la siguiente campaña.

La consecuencia del escenario actual es que está disminuyendo el consumo de aceite de oliva tanto a nivel nacional como internacional, aunque en nuestro caso particular está ocurriendo lo contrario.