Javier Alcalá: «Es necesario aumentar la superficie de regadío en la denominación de origen Baena»

-Fue en mayo cuando salió reelegido como presidente del consejo regulador de la DOP Baena. ¿Qué retos se marca para este tercer mandato?

-Realmente son muchos los retos que tiene la denominación de origen. Uno de ellos es seguir potenciando la calidad y la diferenciación de sus producciones. Esta una zona de olivares tradicionales, alguno de ellos en pendiente y en la que apenas hay regadío. Esto nos hace muy difícil poder competir con las explotaciones de intensivo y superintensivo. Ante esta situación no nos queda más remedio que convencer al consumidor en el que el aceite que proviene de olivar tradicional tiene una mayor calidad. Del mismo modo, me gustaría que nuestro marco continuase manteniendo el protagonismo que tiene actualmente en el sector del aceite de oliva y mi opinión es que hay muchas posibilidades en el oleoturismo, que puede ser una fuente de ingresos alternativa. Es necesario el apoyo de todos los ayuntamientos que están dentro de la comarca.

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-¿Cómo afronta una zona como la suya mayoritariamente de secano el periodo de escasa pluviometría de los últimos años?

-Es evidente que es difícil. Fruto este escenario la anterior campaña fue la peor en producción en la historia de esta zona. Nuestra comarca presenta un índice de lluvias menor al de la ciudad de Córdoba o al de la Subbética. Nuestra campiña está muy castigada porque es cuando hay seguía lo sufre mucho. Apenas hay regadío. Sin embargo, contamos con un embalse, como es el de Vadomojón que sólo destina el 5 por ciento de su agua al riego y el resto se va a Sevilla. Es necesario que se aumente la superficie de regadío en nuestra comarca.

-¿Qué previsiones manejan para la campaña que va a iniciarse?

-Se espera una cosecha media alta. Por su puesto mejor que la anterior. Las lluvias de finales de marzo fueron un auténtico regalo. Si no hubiera sido por esas precipitaciones, lo hubiéramos pasado bastante mal. Los olivos presentan un buen aspecto, aunque vienen de un estrés hídrico muy importante de los últimos años. Las perspectivas son buenas, las lluvias no se deben demorar demasiado.

-El último año ha tenido unos precios elevados nunca conocidos en el sector. ¿Cómo cree que evolucionarán en los próximos meses?

-Los precios responden a la ley de la oferta y la demanda y, si no hay aceite, es lógico que suban. Mi opinión es que al comienzo de la campaña, si se cumplen las previsiones de que la producción sea aceptable, lo normal es que bajen algo, aunque nuestro mercado está sujeto a muchas fluctuaciones y se deja llevar muchas veces por sensaciones. Sin embargo, también es cierto que hay países del Mediterráneo en los que apenas se espera cosecha, como Italia. Me lleva a pensar que no habrá una caída brusca de los precios, pero sí espero una moderación, que se notará más a principios del próximo año. De todas formas, creo que se mantendrán en unos niveles altos interesantes para los agricultores.

-¿Qué nivel de internacionalización tiene la Denominación de Origen?

-Actualmente exportamos aceite a los cinco continentes. Llegamos a sitios donde hace algunos años era impensable. Estados Unidos es un mercado que se está abriendo de una forma formidable, como también ocurre en Sudamérica o el Norte de Europa. Todos los estudios científicos que están recalcando las numerosas notas saludables que tiene el aceite de oliva extra calan en culturas en las que hasta hace muy poco teníamos muy poca presencia. La gran crisis económica de 2008 tuvo un aspecto positivo, y fue que las cooperativas y las almazaras perdieron el miedo a salir fuera. La internacionalización es cada vez mayor.

-¿Qué necesitan las denominaciones de origen protegidas para seguir mejorando?

-Es necesaria una labor de concienciación de las administraciones para que apuesten de verdad por los sellos de calidad, algo que hasta ahora no están haciendo. No tiene sentido que en la Interprofesional del Aceite de Oliva las denominaciones de origen no tengamos un sitio. Esto tiene que cambiar, porque somos nosotros los que garantizamos la calidad del producto.