Álvaro Prieto murió electrocutado, según la investigación

La extraña ubicación en la que se ha encontrado el cadáver, en los bajos de un tren, en el reducido espacio entre dos vagones, aún no tiene una explicación concreta, aunque se baraja que podría haberse escondido en los talleres tras colarse en las vías para evitar ser visto por los vigilantes de seguridad.

A esta posibilidad llegan los investigadores tras comprobar que la zona del hallazgo del cadáver está a un kilómetro de la estación de Santa Justa, tratándose de un tren que llevaba desde agosto sin moverse y que evidenciaba su inactividad, por lo que Álvaro pudo pensar que era un lugar seguro para refugiarse.

También el joven cordobés pudo buscar una zona más alejada de la mirada de la vigilancia de la estación para por fin lograr colarse en alguno de los trenes que realizaban el trayecto Sevilla-Córdoba más adelante, pues parece que esa era su principal motivación esa mañana, volver a su ciudad natal tras una noche de fiesta con un amigo en una discoteca de Sevilla.

Las fuentes consultadas indican que en la inspección ocular, «no se han encontrado signos de violencia», por lo que se aleja la posibilidad de que pudiera tratarse de un homicidio, aunque nada se descarta en estos momentos. Con ello se mitigan cierto rumores que circulan por las redes sociales sobre una trifulca que podrían haber tenido los jóvenes en la discoteca 'Theatre' de Sevilla Este.

Todas estas conclusiones preliminares tendrán que ser confirmadas o descartadas por los resultados que depare la autopsia del cadáver, que se llevará a cabo en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Sevilla, donde habrá que comprobar, entre otras cuestiones, si presenta lesión subcutánea como un golpe y si la señal que presenta en la mano es de entrada o de salida eléctrica.