El imán del Patio de los Naranjos para la Semana Santa de Córdoba

El punto de inflexión aconteció en la Pasión de 2017, cuando se produjo el traslado de la Carrera Oficial a la Mezquita-Catedral y sus alrededores. La obligatoriedad de todas las hermandades de pasar por el templo diocesano ha convertido al antiguo patio de las abluciones en un imán para quienes quieren disfrutar de los pasos, de las marcha o simplemente del ambiente fresco de la noche entre el aroma del incienso y del perfume de los naranjos.

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Luis Miranda

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Si desde 2017 la afluencia al espacio descubierto de la Mezquita-Catedral ha ido a más, es en esta Semana Santa cuando el lugar conoce más concentraciones de ciudadanos, en parte porque las limitaciones de distancia social que imponía el coronavirus han desaparecido por completo y, de otro lado, por la afluencia más que notable de turistas, muchos de ellos extranjeros.

El Patio de los Naranjos es un espacio mixto dentro de la Carrera Oficial. El aforo permitido se fija en 2.605 personas, de las que unas 1.920 pueden acceder de forma libre y estar de pie para ver el paso de las hermandades —a razón de una ocupación de 0,84 metros cuadrados por persona— mientras que las 685 restantes lo hacen desde localidades situadas bien en sillas, o bien en los palcos, que son de pago.

En concreto, hay 139 sillas y 93 palcos para 546 localidades —un abono para los palcos del Patio de los Naranjos cuesta 423,50 euros—, con la respectiva reserva reglamentaria para personas con movilidad reducida o discapacidad. Estas cifras vienen recogidas en un informe emitido por el Ayuntamiento, la Agrupación de Cofradías y el Cabildo Catedralicio en 2017 y redactado por una consultora con la intención de ordenar el recinto descubierto señero.

Este periódico pulsó ayer la opinión del Consistorio y del Cabildo de la Catedral sobre cómo se está viviendo la Semana Santa en el Patio de los Naranjos, y los interlocutores oficiales consultados coincidieron en que la afluencia masiva no está ocasionando problemas de masificaciones.

El Patio de los Naranjos cuenta con seis accesos, que son los siguientes: la Puerta del Perdón para cortejos procesionales y alguna salida puntual de hermandades; la Puerta de Santa Catalina para cortejos procesionales; la Puerta de la Grada Redonda, tanto entrada como salida para los palcos y sillas situados frente al lienzo norte de la Catedral, y para la entrada de espectadores de pie y salida accesible para los espectadores de pie; la Puerta del Caño Gordo, para la salida de espectadores de pie; el Postigo de la Leche, que se emplea para la entrada y salida accesible para localidades de palco y sillas situadas en las galerías porticadas y frente al lienzo norte de la Catedral; y la Puerta de los Deanes, que tiene un uso exclusivo en caso de emergencia o evacuación.

El Ayuntamiento es plenamente consciente de que el Patio de los Naranjos es uno de los lugares emblemáticos no sólo del patrimonio de Córdoba, sino de la Semana Santa. Y esta conciencia de que el enclave es único no es nueva: ya en 2018, y bajo el mandato del PSOE en el Consistorio, el equipo de gobierno municipal editó unos planos peatonales de recomendación de cómo ir andando al Patio de los Naranjos, que tal y como resaltaron los responsables de la Administración local es «de acceso libre y por lo tanto le queremos dar publicidad con una guía, porque hay gente que no sabe acceder a este espacio.

La entidad responsable de la gestión de la seguridad, y del acceso, al Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral es el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecop), que se suele ha instalado en el salón principal del Centro de Recepción de Visitantes (CRV). La Policía Local es la instancia que se encarga de regular los accesos, y con el apoyo de guardias de seguridad privados.