Alojamiento
Así es el hotel Corbella, el primer cinco estrellas que abre sus puertas en la provincia de Córdoba
La firma Corbella Rústica ha inaugurado este complejo de lujo en Posadas, con 25 suites y una inversión de unos 2 millones de euros
Palacio de Moratalla | Las mejores imágenes del interior
Un cortijo casi en ruinas, abandonado al paso del tiempo y cuya historia había quedado sepultada bajo sus muros desplomados, ha vuelto a renacer para convertirse en el que es ya el primer alojamiento rural cinco estrellas de la provincia de Córdoba (exceptuando a ... la capital). Se trata del hotel Corbella, situado en la hacienda La Emparedada, a unos tres kilómetros de Posadas; un exclusivo establecimiento, que ha abierto hoy sus puertas tras una inversión de más de dos millones de euros, en el que se integran el patrimonio y la naturaleza, con el lujo y el confort, en una simbiosis perfecta en la que nada queda fuera de lugar.
El germen de este ilusionante proyecto se gestó en la cabeza de Isidro López, uno de los titulares de Magtel, hace ya más de tres años. «Vi el caserío y me enganchó», recuerda ante el inmueble completamente remodelado y reconvertido en un establecimiento que no deja indiferente.
«Hemos tratado de respetar al máximo la fisonomía del cortijo», un edificio que fue propiedad del Convento de San Agustín de Córdoba desde 1620 hasta 1835, en que fue desamortizado. La construcción se enclava en una finca de unas 160 hectáreas en las que impera el paisaje agrícola y natural; la misma flora que domina el terreno ha sido sembrada en los jardines que circundan el complejo (diseñado por Pepe Campos): más de 4.000 plantas. «Todas autóctonas y del entorno, desde olivos hasta laureles, agapantos o rosales silvestres», explica el promotor.
En cuanto al hotel en sí, ha recuperado y comunicado los dos patios exitentes en la estructura original, con naranjos que cuentan con más de 200 años. Dispone de 25 suites distribuidas en dos módulos: 14 en el cortijo principal y 11 en edificaciones anexas. Cada habitación ha sido diseñada por la cordobesa Felisa Vega de manera única, respetando la arquitectura original y aprovechando la luz natural para ofrecer vistas al entorno rural.
En todos los espacios priman los tonos cálidos: tierras, marrones, beiges, terracotas y ocres, que generan un ambiente acogedor y relajante, además de conectar con el enclave rural. Las habitaciones disponen de todas las comodidades propias de un cinco estrellas; la más amplia cuenta con 85 metros cuadrados y hay estancias pueden incluir una sala, un sofá cama, un comedor, una oficina, e incluso una cocina, «pero no concebidas para que los huéspedes la utilicen, sino para que, si así lo desean, requieran de un servicio de restauración en su propia habitación», detalla López.
Entre las estancias singulares que hacen del hotel Corbella especial destacan una capilla del siglo XVII que se ha recuperado por completo, presidida por una imagen de la Virgen del Carmen. Además, el hotel también tiene un antiguo molino de aceite, cuya prensa se ha integrado en el restaurante La Molienda. Cabe destacar que el mecanismo de la misma se ha recuperado y funciona perfectamente.
El hotel Corbella, según explica López, funciona con energías renovables: en los apartamientos del complejo se han instalado placas fotovoltaicas que generan 100 kilowatios. Además, también se hace uso de la gravedad para abastecer de agua al complejo: un depósito con planta potabilizadora surte al edificio. Y es que esta finca es rica en el preciado líquido, ya que existen múltiples manantiales y el arroyo Guadazujeros, que discurre junto al alojamiento.
De hecho, este riachuelo conforma uno de los atractivos del entorno de la finca: está atravesado por un puente del siglo XVII y que da acceso a la piscina del hotel. «El cortijo da acceso a unos 20 kilómetros de caminos perimetrales para quienes deseen practicar senderismo. Además, nos encontramos a unos 800 metros del pantano de la Breña, muy cerca del Castillo de Almodóvar, el Palacio de Moratalla (a 8 kilómetros), toda la sierra y Medina Azahara, a 15 kilómetros», señala Isidro López.
«Estamos muy ilusionados con el hotel, tanto yo como todo el equipo que lo conforman unas treinta personas. Mi objetivo en un futuro es que pueda convertirse en un establecimiento de gran lujo», señala López.
Los Molinillos en Posadas
Este no es el único proyecto hotelero del promotor de Magtel; de hecho, coincidiendo en el tiempo, también se ha inaugurado este jueves otro complejo, en este caso de tres estrellas: el hotel Los Molinillos, en Posadas. La inversión ha superado el millón de euros y el establecimiento se enclava en el remozado antiguo hotel María de la localidad malena, que abrió en el 92.
Después
Antes
«Pensé que podría ser un complemento para Corbella y sumar para ampliar la oferta hotelera de la provincia. Estaba cerrado y lo hemos reformado por completo, adaptándolo a las exigencias de eficiencia energética», señala López.
El complejo cuenta con tres edificios: uno que dispone de un restaurante con 200 metros de salón; una taberna con una amplia terraza de 150 metros; y 18 habitaciones. En el otro inmueble hay 27 estancias más (hay siete de alto nivel entre los dos); y el tercer edificio es un salón de celebraciones que dispone de 1.100 metros (600 diáfanos sin ninguna columna)».
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