El hostelero Javier Campos reivindica a los empresarios: «Reclamo su reconocimiento»

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Uno de los ejes de su intervención estuvo en reivindicar la figura del emprendedor: «Los empresarios cumplimos con el desarrollo de la sociedad, transformando productos, dando servicios, generando empleo y pagando impuestos». Pese a ese importante papel, Campos lamentó que «actualmente parte de la sociedad y parte del Gobierno central valora muy poco» a quien pone en marcha un negocio o lo mantiene.

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El reconocido hostelero reivindicó en su intervención la figura del empresario y repasó su exitosa trayectoria profesional

«Quien arriesga su patrimonio por generar oportunidades y riqueza, debería estar mucho más valorado y una parte de la ciudadanía ha olvidado eso», recalcó. «Duele escuchar ataques injustificados al empresariado, para cuya labor reclamo un reconocimiento», añadió.

Alertó de los peligros de descalificar a los emprendedores: «Es muy fácil denostar. Como olvidemos que hay personas que se arriesgan para generar riqueza y oportunidades, lo pasaremos mal». Porque, argumentó, «no podemos vivir todos de papá Estado». Las naciones, advirtió, que creyeron que «el Estado lo podía asumir todo se equivocaron y quedaron abocadas al fracaso».

Campos también quiso aportar en este foro su experiencia profesional. Recordó su salida «muy dura» de Bodegas Campos, el negocio al que se dedicó en cuerpo y alma, en 2013. «Creí que no había más vida laboral tras eso», confesó. Pero, después desembarcó en el emblemático Pimpi malagueño y de ahí pasó al Círculo de la Amistad para asumir su gerencia. En 2017 abrió el restaurante de la Ermita de la Candelaria. «Recuperé la ilusión. Las adversidades se nos presentan pero nuestra obligación es salvarlas», sentenció.

Añadió que «un empresario siempre tiene mil problemas» -recordó, por ejemplo, cuando su padre pidió un préstamo «al 18% de interés»- pero tiene que ir venciéndolos. Tuvo un mensaje para los jóvenes. Les animó a «aprovechar, con esfuerzo, sacrificio, entrega y vocación, las ocasiones que hay por delante».

Aseguró que, en el caso de Córdoba, «ha habido un desarrollo apoteósico porque, cuando miro atrás, recuerdo que antes había tanta falta de oportunidades». «Soy absolutamente optimista sobre el futuro de nuestra tierra», añadió, para destacar, por ejemplo, el potente sector agroindustrial con el que cuenta. Quiso también hablar del área de actividad turística, en la que «el reto está en seguir creciendo por la calidad de los viajeros; más que por la cantidad» y situó a Medina Azahara como «un valor de futuro impresionante» para el atractivo de la capital.