Hostecor alerta del riesgo de que se pierdan hasta un 40% de los negocios en Córdoba por la nueva jornada laboral

El presidente de Hostecor, Jesús Guerrero, recuerda que en Córdoba «más de un 80% de los bares, cafeterías o restaurantes tienen como máximo de cinco a siete trabajadores». Para este tipo de negocios, la disminución de jornada implica «un coste demasiado alto». De hecho, advierte del riesgo de cese de actividad: «Calculamos entre un 30% y un 40% de posibles cierres de negocios pequeños y medianos del sector».

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Advierte de que, de aprobarse, generará una «situación muy complicada»

Una alternativa es reducir horario. Hostelería de España, patronal nacional, calcula que menguar el tiempo de servicio, por la disminución de la jornada laboral, «supone bajar un 3% la facturación». Guerrero incide en que ese dato es una «media nacional». Porque, para los pequeños establecimientos que son los que dominan abrumadoramente aquí, augura, la caída de las ventas superaría el citado 3%.

Y lo de recortar jornada no es algo tan sencillo. «Con el Covid, ya se redujo el tiempo de actividad. Cerrar más días o más tiempo es la muerte para un pequeño y mediano empresario», señala. Otra alternativa es incorporar personal pero tampoco resulta fácil.

El presidente provincial del sector pone un ejemplo: «Meter una persona a media jornada, si puede afrontarlo el establecimiento, es pagar unos 750 euros. Pero, con las ayudas que da el Estado sin tener que salir de casa, a ver quién encuentra un trabajador». Y recuerda que la hostelería, como otros sectores, ya viene sufriendo problemas para incorporar trabajadores. Guerrero alerta de que contratar una persona más, con los costes que ya soportan las pymes, es «insufrible; no pueden llegar». Advierte de que empresarios y trabajadores están «asustados», pues «puede llegar su cierre».

Hacer una ruta por distintos negocios de la capital es cosechar reparos. El director propietario de El Churrasco, Rafael Carrillo, valora esta medida como «muy negativa». Respecto a la posibilidad de recortar tiempo de actividad en el sector, recuerda que «en el Sur tenemos bastantes horas de apertura; y actualmente ya es muy complicado el encaje del horario». Si los negocios optan por contratar, sigue, «no hay personal cualificado para el horario normal; para uno diferente menos; para contratar por una hora o dos. Nadie vendrá a trabajar una hora al día».

Añade que está la opción de «acumular horas» y alargar los periodos de vacaciones, pero eso «también reduce las ventas». «Habrá empresas que tengan que cerrar», teme y augura que el sector acabe subiendo precios, para salir adelante, lo que «repercute en el consumidor». Si entra en vigor, sigue, en El Churrasco, podrían ir a «acumulación de horas para darlas en días de descanso»: «Siempre hemos cerrado en agosto 31 días. Entonces, lo haríamos algún día más, lo que tendrá su impacto en la cuenta de resultados».

La siguiente en esta carta de opiniones es la de Laura Roda, responsable de Doble de Cepa, Baños Árabes de Santa María y Marisquería la Marina. Cree que en el sector acabará generando «sobrecostes».

Señala que, si se aprueba al final, en sus negocios «recortar el horario lo veo imposible. Imagino que lo haríamos dando más vacaciones, pero eso tiene también repercusión en las cuentas del negocio. Es una medida que condiciona y tendrá repercusión económica».

Alberto Rosales, cabeza visible del Grupo Rosales (Puerta Sevilla, taberna La Viuda y la Posada del Caballo Andaluz), afirma que las medidas planteadas de «un día para otro y sin reflexionar son muy broncas». «En España, se come y cena tarde. Habría que empezar por concienciar al cliente. Seguir dando cenas a las once y media es muy complicado bajando a 37,5 horas semanales [están en 40 actualmente]», expone.

Explica que los negocios, como el suyo, se enfrentan a reducir el horario de servicio o contratar. De una forma o de otra, «tienes que vender más y subir la productividad».

En el restaurante Regadera, su dueño, Adrián Caballero, se sirven también reparos a la reducción de jornada. Indica que «a mí me parece fantástico que la gente tenga más calidad de vida». Con lo que no está de acuerdo es con que se plantee desde el Gobierno que «los empresarios tengamos que recortar ingresos para que los ciudadanos vivan mejor y que nosotros nos averigüemos». Defiende que el Ejecutivo debería «aprobar unas medidas compensatorias» para los negocios. La CEOE ha alertado que el coste de la reducción de jornada en España para los negocios será de 23.000 millones. El Gobierno planteó dar 375 para pequeñas firmas.

Caballero asegura que es una medida «negativa». Para su negocio, si se aprueba, será «un trastorno». «No puedo contratar más trabajadores. Los gastos e ingresos están ajustados. Tendré que ajustar horarios y ser más productivos. Eso sí, no puedo abrir a las dos. Antes ya tenemos turistas para comer, y trabajamos mucho con ellos».

Simo Saber, copropietario de los restaurantes Brote y Asador Central, recuerda que en este sector el cliente «manda en todo y no le puedes decir que se levante de la mesa» por el horario. «¿Media hora menos de servicio afecta a la pérdida de fidelidad de los clientes de la hostelería? Entramos en una preocupación constante. Y esto tampoco se resuelve contratando, porque el problema es que la gente no está preparada; el personal lo estamos formando nosotros», reflexiona.

Añade que en sus establecimientos ya se «preparan» para el nuevo escenario. «Antes abríamos en los dos a las doce, para que la gente pudiera tomar una cerveza o un café. Ahora lo hacemos a la una», dice dando un ejemplo

La ruta termina en el Grupo la Carbonería -tiene diez establecimientos-. Su gerente, Sergio Rodríguez, despacha opiniones similares a las de los otros interlocutores. Alerta de que «medidas como ésta, si no se hacen con cabeza, provocan daño, acaban causando más paro». «No hacen bien a nadie, aunque se vendan muy bien. Todos queremos trabajar menos y ganar lo mismo. Pero dos más dos son cuatro; no tres y medio», reflexiona.

En caso de que se active este cambio de normativa, en sus establecimientos «en verano sí tendríamos que contratar trabajadores. En invierno o épocas valle de actividad, habrá que recortar horas al negocio».