Es decir, lo que pide el Gobierno, y ha expresado la Subdelegación del Gobierno en Córdoba tras reunirse con sindicatos y empresarios este jueves, es que en el periodo de alegaciones abierto se presenten propuestas que justifiquen con proyectos empresariales «reales y maduros» la necesidad de acabar el mallado de Córdoba y Badajoz o mejorar las posiciones de ocho subestaciones situadas en Peñarroya, Cabra o La Lancha, apartadas por completo del documento que se ha aprobado inicialmente hasta 2030.
La Subdelegación ha insistido en su escueta nota que «estos trabajos tendrán un horizonte temporal suficiente para permitir a los técnicos trabajar en la viabilidad de la propuesta, no será una propuesta estática ya que habrá revisiones periódicas que podrían adelantar plazos», asegura.
Proyectos frenados en Córdoba
Como ha informado ABC, tras el mallado del norte de Córdoba también se ha discriminado las ampliaciones en la subestación de Cabra, de 400 kilovoltios (kV), para dotar a la red nuevas capacidades que ahora mismo no tiene. Al territorio egabrense, y por tanto, al sur de la provincia de Córdoba se le niega una nueva posición para la conexión de las energías renovables, otra para el almacenamiento de la energía (baterías) y, por último, una adicional que serviría de apoyo a la distribución de la energía, para los desarrollos industriales y para la producción de hidrógeno (H2). Es decir, proyectos empresariales que se han planteado o están en tramitación en estos momentos.
El golpe de Red Eléctrica a la provincia de Córdoba también abarca a la solicitud de una nueva subestación, con dos nuevas posiciones, que la Junta estima necesarias en Peñarroya-Pueblonuevo. El rechazo va a aparejado al hecho de no incluir el citado nuevo eje estructural de Córdoba con Badajoz, que es tanto como dotar de mejor red al norte de Andalucía y al sur de Extremadura.
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