Pretérito Imperfecto
El milagro de las viviendas y los peces
Hay muchos nubarrones encima y parece que estamos en otro juego perverso de metas altas
Córdoba necesita 6.000 viviendas en los próximos 5 años, la mitad de ellas protegidas
Córdoba, entre las 20 capitales que menos ha crecido en la última década en España
Córdoba es retraída hasta para ganar población. Da cuenta de ello el hecho de que en los últimos veinte años -y mira que han pasado cosas tanto aquí como fuera- apenas si ha retenido a ocho mil cordobeses nuevos, perdiendo puestos en el ... ranking nacional en el que, por ejemplo, Alicante le ha pasado en este tiempo como un bólido. Más de la mitad del tiempo en esas dos décadas lo hemos transitado en crisis económica, y ya se sabe que los catarros de esta índole llegan más tarde, pero a la ciudad le cuesta más soltarlos que al resto. Aquel Plan General de Ordenación Urbana que se aprobó en 2001 vio la luz en un ciclo alcista, dibujaba el horizonte de una urbe mucho más poblada de lo que ha resultado después. Y, sobre todo, haciendo unas cuentas de la lechera que ponían sobre plano casi 18.000 viviendas nuevas en apenas doce años de ejecución (unas cinco mil de protección oficial) para la nada desdeñable cifra de 51.000 nuevos habitantes hacia 2015. Como ven, ni el milagro de los panes y los peces. El papel lo aguanta todo y más en tiempos de bonanza.
Hemos conocido las nuevas previsiones que Vimcorsa traza para los próximos dos lustros en cuanto a las necesidades de un mercado con desigualdades y diferentes demandas. Un estudio que determina en unas seis mil las viviendas necesarias hasta 2027, la mitad bajo la protección oficial. En ese tiempo, el Ayuntamiento cree que podrá impulsar 700 nuevos pisos de régimen público y estima que la iniciativa privada hará en ese tiempo casi 1.200. Toda esta amalgama de tendencias sobre un mapa inmobiliario con barrios muy agotados, con déficit de dotaciones y sin reservas de suelo, una alta demanda de VPO (más de 2.700 personas en lista de espera) y una expansión hacia Poniente que sigue su firme goteo de nuevas urbanizaciones de renta libre a la que van trasladándose, en su mayor parte, cordobeses ya residentes en otros puntos del a ciudad o nuevos hogares que se fundan.
Sin embargo, hay demasiados nubarrones encima y da la impresión que de nuevo estamos en un juego perverso de ponernos metas muy ambiciosas cuando los fríos datos apuntan en otra dirección. No sabemos aún si el aumento de los tipos de interés y la inflación frenará en seco el buen momento que estaba atravesando el mercado inmobiliario. Si los potenciales clientes decidirán esperar. Y si las buenas expectativas creadas con la Base Logística del Ejército de Tierra, que estaría en funcionamiento para 2028 si toda va bien, serán suficiente aliciente para ganar nuevos vecinos y acaparar una oferta, en todo caso, de edificios a estrenar.
La gran incógnita queda sobre los pisos de protección oficial. La 'cenicienta' del mercado y el factor corrector que nunca llega. Incluso para barrios como el Casco. Apenas se han visado nuevos proyectos en estos últimos años. Promociones públicas que se quedan lejos de esa bolsa de demandantes de Vimcorsa. Y un interés privado al que no le siguen saliendo los números mientras haya otras vías más apetitosas. Largo me lo fiáis.
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