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Pretérito Imperfecto

Elogio a un maestro

Una escuela que busca los mismos fines en el barrio más pobre o en el de renta más alta. Sin distingos ni elitismos

Francisco Poyato

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En estos tiempos atribulados en los que las redes sociales han dinamitado la escuela y la enseñanza, alejando a docentes y padres entre sí y metiendo en una peligrosa burbuja a los alumnos e hijos, reivindicar la figura de un sencillo maestro pareciera un ... canto de sirena en medio de tanto ruido. Una educación triturada por los poderes políticos -incapaces a conciencia de alcanzar acuerdos y proporcionar estabilidad-, relegada al umbral del mínimo esfuerzo y a la dictadura del conocimiento superficial bajo el yugo de las nuevas tecnologías -y por ser claros, del móvil y las redes sociales y sus multinacionales-estado-, depara la triste realidad de unos enseñantes frustrados y abocados a salvar náufragos del acoso y las tentativas de suicidio como primordial cometido. De unos padres impotentes, sobrepasados y solos, pero a veces ufanos ante una monstruosidad latente. Por no hablar de unos niños y adolescentes embaucados por el nuevo flautista de Hamelin que habita en los confines de su celular.

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