Molina era la número dos del PSOE en la Corporación Municipal peñarriblense. Y ha votado por el cambio del bastón de mando. Pero, el sentido de su voto tiene una intrahistoria. Formalmente ha votado en el pleno extraordinario todavía como edil socialista. Sin embargo, Molina había solicitado convertirse en concejala no adscrita y apartarse de las filas del PSOE. Pero, las maniobras del exalcalde habían impedido que se celebrase ningún pleno para certificar este cambio.
Finalmente, la que era delegada de Políticas Sociales, Mayores, Vivienda, Salud y Consumo en el Ayuntamiento de Peñarroya ha disipado la duda y ha votado a favor de la censura a Pedregosa (por su expulsión). En este caso, la sorpresa saltó a última hora, puesto que Molina, pese a su situación a medio camino entre PSOE formalmente y la no adscripción que había solicitado, no había sido firmante del escrito formal de la moción de censura. En la votación, sin embargo, sí la ha apoyado.
Acusación de tránsfugas
Aunque la moción tenía un respaldo de nueve ediles de los 17 de la Corporación cuando se presentó, finalmente ha contado con diez votos a favor y sólo siete en contra. Los nueve eran los previstos de los firmantes: cinco concejales del PP, dos de Sí Peñarroya, uno de Vox y otro de la no adscrita y antes en las final de IU. A ellos se unió en la votación secreta el 'sí' a expulsar a Víctor Pedregosa como alcalde peñarriblense de la edil todavía socialista Teresa Molina. Fue el décimo voto de apoyo a la moción.
Un culebrón en toda regla que promete más capítulos, puesto que los socialistas, ahora en la oposición en Peñarroya (la localidad más importante del Guadiato con más de diez mil habitantes) acusan a la edil no adscrita previamente en IU y al voto de Molina de «tránsfugas». La tensión se palpa en el municipio minero.
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