religión
El fervor cordobés inunda Roma en el Jubileo de los Jóvenes
Un millar de jóvenes peregrinaron al corazón de la cristiandad para celebrar unas jornadas de fraternidad y religión junto al Papa León XIV
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Córdoba
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Iniciar sesiónMás de un millar de cordobeses peregrinaron hace una semana a Roma para participar en el Jubileo de los Jóvenes con el Papa León XIV, en lo que ha sido el primer gran encuentro internacional del nuevo pontífice con la juventud católica. Desde distintos ... puntos de la diócesis organizaron una expedición que superó todas las expectativas en asistencia, ilusión y profundidad espiritual. Tres jóvenes cordobeses conversan con ABC sobre la experiencia de unos días marcados por el cansancio, la emoción y la fe compartida.
Uno de los jóvenes cordobeses que formó parte de la expedición fue Enrique Amo, de 29 años. Él recuerda que «el viaje comenzó el viernes 25 por la noche: diez autobuses desde Córdoba hasta Roma, con paradas en Barcelona y en Génova, donde hicimos dos noches en cada una». Un viaje largo, pero provechoso, en el que los participantes tuvieron la oportunidad de «hacer grupo y conocernos todos mejor».
Una vez en Roma, los jóvenes aprovecharon para explorar la ciudad y empaparse de la «cultura italiana», como destaca Enrique. Fueron días intensos y profundamente espirituales: «Empezamos con una misa por las mañanas, a veces con la Oración al Santísimo, y luego nos íbamos a hacer el resto de actividades».
En su segundo día en la capital italiana, asistieron a una catequesis con el obispo de Córdoba, Jesús Fernández, en la Basílica de San Andrea del Valle. Posteriormente, se unieron al encuentro con el resto de jóvenes españoles, donde algunos de ellos, entre los que se encontraba Enrique, se ofrecieron como voluntarios para ayudar en los preparativos del gran evento en la Plaza de San Pedro.
«Durante el acto pudimos estar allí delante disfrutando de aquello. La verdad es que fue muy bonito, con muchísimo gusto», recuerda. «La música preciosa, también hubo un grupo de baile que representó escenas evangélicas, y luego ya la misa fue una pasada». Enrique resalta la imagen de miles de jóvenes «todos con las camisetas verdes por la Esperanza, que es el lema de este jubileo».
«El Papa es un hombre bondadoso, humilde y cercano. Va a traer paz»
Javier Martínez-BrocalDecenas de miles de españoles se hacen presentes en la misa de inicio de pontificado de León XIV
El momento más esperado, sin duda, fue la llegada del Papa León XIV a Tor Vergata: «Cuando llegó, se desató la locura. Un Papa recién elegido, que la mayoría no habíamos visto nunca». El joven cordobés recuerda cómo lograron acercarse: «Estábamos como en la zona de atrás y nos movimos para ver al Papamóvil. Siempre impresiona ver al Santo Padre».
Para Enrique, esta peregrinación ha tenido un significado especial, no solo por lo vivido, sino también por el contexto: «He estado en la JMJ de Madrid, en la de Brasil, en la de Lisboa, pero esta vivencia en Roma con el nuevo Papa ha dejado una huella muy especial.
«Queremos al sumo pontífice como a un padre. Verlo siempre nos emociona, es indescriptible. A pesar de que apenas lo conocemos, transmite mucha vitalidad, serenidad y cercanía. A mí me dejó una impresión muy buena, además de que se dirigió mucho en español a nosotros, lo que fue un detalle que nos hizo vivirlo más cerca».
A nivel personal, Enrique confiesa que estas experiencias son un impulso para su vida cotidiana: «Sirven muchísimo para recargar las pilas. Para volver al día a día con energía renovada, y con ganas de vivir todo esto también en casa, en el trabajo y con los amigos». Además, remarca que: «te das cuenta de lo fácil que es convivir y tener una relación de cercanía y cariño con la gente. Cuando lo que te une es Jesús, todo es más fácil».
El joven también reflexiona sobre el papel de los jóvenes en la Iglesia y en el mundo actual: «Vivimos en un momento complicado, es verdad. Cada vez menos españoles se declaran católicos, pero también veo que los que intentamos vivir la fe, lo hacemos con más conciencia. Quizás estemos en un punto de inflexión».
«He comprobado que cuando lo que te une con alguien es Jesús, todo se vuelve más sencillo»
Enrique Amo
Por su parte, Estrella Castilla participó en el Jubileo de los Jóvenes en Roma gracias a una oportunidad que surgió a última hora. En principio, Estrella no iba a formar parte del grupo porque tenía exámenes. Pero todo cambió en la misa a principios de julio. «Después de la comunión sentí que el Señor me estaba llevando allí», recuerda.
En Roma, los momentos vividos fueron muchos, pero Estrella lo tiene claro al elegir su recuerdo más especial: «Personalmente, me quedo con la adoración organizada por las hermanas de María Stella Matutina». Fue durante uno de los días libres en la ciudad cuando tuvo lugar esta adoración, organizada en una basílica romana: «Era preciosa, muy emotiva, se llenó de jóvenes. Fue precioso».
También menciona con emoción el encuentro de españoles en la Plaza de San Pedro: «Estaba abarrotada de españoles, cantando todos juntos, por lo mismo: por estar con Jesús, con el Señor». Uno de los momentos más emocionantes fue la Salve Rociera, «que la cantamos todos juntos».
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Pero si hay un instante que, según ella, fue la vigilia del sábado: «Más de un millón de personas se arrodillaron y se quedaron en silencio delante de Jesús en la Eucaristía. Fue impresionante». También tuvo la oportunidad de ver al Papa León XIV: «Fue muy emocionante ver al nuevo Papa. Lo vimos de casualidad, porque no sabíamos por dónde iba a pasar. La gente corría detrás de él para poder verlo».
Para Estrella confiesa que «iba realmente sin expectativas, porque quería dejar que me sorprendiera. Y vuelvo con un sentimiento de gratitud increíble por haber podido vivir esta experiencia», confiesa. Más allá de lo personal, destaca lo que ha supuesto ver cómo los demás también se transformaban: «Fui como voluntaria, y ver cómo los jóvenes abrían poco a poco su corazón a Jesús y se dejaban transformar fue muy emocionante».
La intensidad del viaje ha dejado huella en todos: «Algunos jóvenes que estaban empezando en la fe, se les ha visto dar pasos agigantados. Y a la vuelta, se les ha notado muchísimo. Ha sido un viaje del que volvemos todos con el corazón lleno, con ganas de servir y compartir la esperanza».
«Iba sin expectativas, pero vuelvo con un sentimiento de gratitud increíble por vivir esta experiencia»
Estrella Castilla
Para María Luisa García, el Jubileo de los Jóvenes «ha sido muy intenso, pero de mucha alegría», recuerda. Al reflexionar sobre lo vivido, se queda con algo esencial para ella: «La alegría de todos los jóvenes, que al final son como un testimonio del encuentro que ha tenido cada uno con el Señor». A pesar del cansancio físico insiste en que «la alegría del Señor y el encuentro con él prevalece, y te da la fuerza para seguir viviendo con alegría todo lo que nos va poniendo».
María Luisa confiesa que iba al Jubileo con el deseo de encontrar un gran momento espiritual: «Muchas veces, en estos encuentros, uno espera algo grande, como un momento muy fuerte con el Señor. Incluso yo venía hasta nerviosa, preguntándome cuál sería ese instante que me marcaría». Pero lo que descubrió fue que la verdadera riqueza estaba en lo sencillo: «Te das cuenta de que en cada momento pequeño está el Señor. Por muy pequeño que parezca, al final se hace grande».
María Luisa menciona dos experiencias que la marcaron profundamente. La primera fue la adoración organizada por las hermanas de María Stella Matutina: «Fue como un momento de descanso en el Señor. Ponernos delante de él y pararnos una hora completamente delante. Era muy necesario, porque habíamos estado todo el día viendo Roma, pero ese momento fue muy especial y un verdadero descanso».
«Una espera tener un momento fuerte con el Señor, pero está en los pequeños momentos»
María Luisa García
El segundo instante inolvidable fue el encuentro con el Papa León XIV: «Fue muy, providencial. Estaba paseando tranquilamente, rezando el rosario, y de repente vi que todos los jóvenes empezaban a corre. Era porque iba a pasar el Papa». María Luisa no dudó en unirse al grupo y, terminó en primera fila. «Pasó el Papa por delante. Su mirada era de cariño, muy sencilla, como tímida, pero profundamente afectuosa».
Ese momento le trajo a la memoria al Papa Francisco, quien convocó originalmente el Jubileo. «El Papa León nos recibió y nos miró con cariño, como si rezara por todos nosotros, por todos sus jóvenes. Fue un momento muy fuerte para mí».
Para ella, ver al nuevo Papa tan cerca y en su primer gran encuentro con la juventud fue profundamente emotivo. Pero también significó algo más: un símbolo de esperanza. «Ver a tantos jóvenes en la vigilia, de rodillas ante el Señor, fue un mensaje potente. En estos tiempos tan convulsos ver que la fe permanece en los jóvenes es muy importante».
Ese testimonio colectivo le dio fuerza. «Me anima mucho ver a tantos jóvenes allí. Es un mensaje de esperanza para todos, por la sociedad en la que nos ha tocado vivir, pero eso nos fortalece. Y entre todos nos alimentamos y nos animamos a seguir al Señor».
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