inauguración
Feria de Córdoba 2023 | El alumbrado ya guía el camino hacia El Arenal
La ciudad abre los nueve días de fiesta que culmina mayo con multitudes en torno al alumbrado y al espectáculo de fuegos artificiales
Córdoba
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónToda fiesta se basa en la renovación del rito. Cuando se hace con rutina y sin pensar, no es más que una repetición que no deja en el ánimo más que la sensación de un trámite cumplido. Cuando uno se sumerge con la ... intensidad de aquello que gusta, la tradición que se recibe se revive en la piel propia y con las circunstancias de cada uno.
Es nueva cada año aunque quien sale a la calle encuentra en una parte lo mismo que siempre. Aquello que la hace reconocible y también aquello que cambia para que pueda sobrevivir durante mucho tiempo. Una fiesta es eso.
El que se acerca a la Feria de Córdoba tiene primero la sensación de que no pasó un año entre la última vez que dejó atrás su estampa efímera y la siguiente en que vuelve a guiarse por sus luces. Quizá ni recuerde cómo volvió a ver vacío El Arenal apenas unos días después. Entre un mayo y otro puede haberse renovado el mundo, pero hay una noche en que todo parece igual. Fue la de este viernes, la del alumbrado.
Feria de Córdoba 2023 | Las reservas para almorzar este sábado en las casetas, una odisea
D.D.La mayoría de los recintos se quedan sin mesas para la mayor parte de los días de la celebración
A la Feria de Córdoba se podía ir desde que caía la tarde y cuando el sol se había despedido, pero justo a medianoche se tuvo ya la sensación de que había empezado de verdad, y eso fue en el momento preciso en que se iluminó la portada. De alguna forma es la misma de todos los años y es distinta.
Tiene los 45 metros de altura de siempre, sigue presidida por la réplica de la torre de la Mezquita-Catedral y con su longitud de 73 metros. Quien la vio iluminada podía recordar muchas noches, algunas tardes en que buscó bajo los arcos el refugio de la sombra y los ratos esperando a una cita que no puede ser puntual si se depende de los horarios de autobuses llenos, pocos taxis disponibles y aparcamientos después de tráfico denso.
Si muchos temían una Feria de mucho calor, el primer día fue bastante fresco y seguramente muchos de los que vendrán
Sus 60.000 bombillas se recibieron con el aplauso de la fiesta renovada: había pasado un año y la vida volvía a reunir bajo la Feria a los entusiastas y a quienes sólo acompañan, a los que acuden para trabajar en las casetas y a los que van casi obligados a una comida con los de la empresa, a los que se dejan llevar por ir con los amigos y a los que se despiden a la francesa en cuanto pueden. Lara, la niña que ha protagonizado el cartel de las fiestas de mayo, fue la encargada de pulsar el botón con el que comenzó de forma oficial lo que ya se había desbordado por las calles poco antes.
El momento había llegado después de un día de primavera muy suave, aliviado por las lluvias del jueves y quizás por las que tienen que venir en este tiempo. Nadie quiere una Feria con el barro en lugar del albero que se levanta cuando se pisa bien fuerte, pero muchos lo daban por bien empleado hace apenas unas semanas.
Las temperaturas casi veraniegas que empezaron en Semana Santa y se recrudecieron en los Patios consiguieron hacer temer que El Arenal fuese una especie de infierno de sol sin sombras ni apenas oasis. Lo que ha pasado es al revés: si hay que mirar el tiempo no es para ponerse protector solar ni usar sombrero, sino para saber qué días habrá que llevar el paraguas y cómo habrá que lidiar con las tormentas o con el barro, si aparece.
El día había amanecido fresco, siguió algo cálido sin ningún exceso, tuvo un breve chaparrón y terminó con una noche en la que se podía disfrutar del aire libre, pero siempre con algo más por encima de los brazos al aire y hasta de la camisa, porque la noche se parecía más al mayo de antes que al que se temía en esta era de cambio climático y de temperaturas que rompen el techo.
Cuando las luces de la portada se encendieron revivieron de pronto todas las Ferias pasadas, incluidas aquellas que por culpa de la pandemia no fueron más que un recuerdo de farolillos, sevillanas en casa y trajes de flamenca que no cruzaron el umbral.
Llegaron entonces los fuegos artificiales, que dibujaron un panorama de ilusión y de miradas de niños y mayores hacia el cielo en que se buscaban los colores, las formas y la sorpresa que quedaba después de cada explosión festiva a lo largo de 16 minutos. ¿Se había terminado la noche?
Para las familias que habían hecho trasnochar a los niños, puede, pero no para los que querían renovar la Feria y reencontrarse con lo que parecía ser igual aunque este año tenga que tomar acentos nuevos. Aunque haya pasado un año, volvieron a recordar que en Córdoba hay calles que se llaman Guadalquivir, Alcázar, Cristo de los Faroles y Mezquita, y que hay otras que son Judería, Tendillas y Enmedio distintas de las que todo el mundo conoce en los días normales.
Más de 60.000 luces se encendieron cuando Lara, la protagonista del cartel de las fiestas, pulsó el botón de encendido
Todo parecía tan nuevo como si la Feria de Córdoba hubiera nacido esa misma noche por primera vez, pero al mismo tiempo tan clásico como si se repitiera todos los fines de semana. Quienes optaban por la calle del Infierno podían reencontrarse con las atracciones que les hicieron gritar de pánico y vértigo en otros años y los habrá que hasta echen de menos el sabor de ciertas tapas que sólo se prueban en las cocinas de las mejores casetas de Feria.
De pronto el aficionado al fútbol que tantas veces aparcó junto al Guadalquivir, cuando aquella calle estaba desierta en tardes breves de otoño, encuentra que el lugar siempre tuvo casetas enormes, coches de caballo paseando sin ninguna prisa.
Los que se marcharon para poder reservar algo a los días que vienen de vez en cuando miraban hacia atrás. Desde la otra orilla del Puente de Miraflores, quizá en la calle Torrijos o tal vez por la Cuesta de la Pólvora encontraron familiar aquel paisaje de una ciudad que estaba dentro de otra. Parecía uno de esos tesoros de oro con luz propia, como sale en los cómics. Así estará más de una semana, como una tentación a la que mirar. Nueva y clásica, como siempre.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete