ocio
Los espectadores, ante el posible cierre de los cines de verano de Córdoba: «Son una tradición. Sería una pena»
Los amantes de estos espacios ven con tristeza la situación de Delicias y Fuenseca (su gestor apunta a no continuar) y resaltan los momentos vividos
El gestor de varios cines de verano en Córdoba vaticina un «futuro negro» si la situación no cambia
Alfredo Martín Gorriz
Córdoba
Antaño, escoger entre la cartelera de los cines de verano era tarea complicada, pues a los espacios del Centro se les añadían otros en los barrios. El cine de verano era espectáculo y vivencia familiar a partes iguales. En algunos momentos de mediados del siglo ... pasado, en el instante de máximo apogeo, se llegaron a contar más de 30 cines de este tipo funcionando a la vez.
Eso suponía ni más ni menos que miles de cordobeses viendo películas al aire libre, repartidos por toda la ciudad. Actualmente, sólo quedan tres en funcionamiento: el Coliseo San Andrés, uno de los más antiguos de España; el Fuenseca y el Delicias. El Olimpia forma parte también de esta lista, pero está cerrado, y la última que exhibió películas fue en 2022.
Cines de verano en Córdoba | Un siglo de estrellas en el cielo y en la pantalla
Luis MirandaEn 1923 Córdoba descubrió el placer de ver películas al aire libre y comenzó una historia en que llegó a haber más de treinta abiertos a la vez y que sólo se interrumpe este año
Estos dos últimos están pasando ahora mismo por una mala situación económica, hasta el punto de que planea sobre ellos la sombra del cierre. ABC Córdoba quiso recabar precisamente la opinión de sus espectadores acerca de dicha posibilidad.
El último jueves de agosto es reflejo, en gran parte, de la crisis que está teniendo el cine en líneas generales, de la que no se escapa tanto este singular formato. En el recinto del Delicias, situado en la calle Frailes, emiten la última película de la saga de 'Karate Kid'.
Pese a ser una cinta comercial llamada a ser taquillera, apenas hay una veintena de personas para disfrutar de ella, desde familias hasta gente que acude sola. Un paisaje de sillas vacías observa las andanzas de Ralph Macchio y Jackie Chan, ya sin el señor Miyagi.
Pablo Jurado, vecino mayor del barrio, acude con frecuencia a este cine y, de hecho, espera a que llegue hasta él la película que quiere ver, pues recuerda que la cartelera casi que termina siendo la misma para todos los cines de verano. «Mis recuerdos del cine de verano son en blanco y negro, he visto aquí películas hasta de 'El Gordo y el Fino', agárrate», indica al periodista, adelgazando aún más a Stan Laurel con ese calificativo.
Con respecto al anuncio de posibles cierres, opina que es algo que «no se debería hacer, es algo ya propio de aquí». Manuela Muñoz, de mediana edad y también vecina del barrio, es otra de las habituales del Delicias: «Recuerdo haber visto ya películas aquí desde pequeñita, como algunas de Tarzán o de Manolo Escobar».
Para ella, que hubiera varios de estos recintos que no abrieran el año que viene sería una «verdadera pena, porque es una tradición que me encanta, además de que se está muy a gusto».
Gonzalo Pérez y Gonzalo Pérez, como sus nombres indican claramente, son padre e hijo y vienen con el resto de la familia desde Ciudad Jardín. En ese barrio, fueron grandes aficionados a las proyecciones que se realizaban en el estío en la Plaza de Toros, que añoran por su cercanía.
No dudan, sin embargo, en ir a la otra punta de Córdoba si de la tradición del cine de verano se trata. Pérez padre califica el posible cierre de «verdadero desastre». Su hijo confirma la pena sentida por la noticia porque, además, «es que venir a uno de ellos es un plan tranquilito excelente».
Este año han ido ya tres veces, entre éste Delicias y precisamente el Fuenseca. «A mí casi me gusta más el ambientillo que la película, el poder cenar aquí, el bocadillo, la cervecita y el fresquito... Cuando lo hay», concluye el padre, rememorando este verano infernal que ha vivido la ciudad, pero que da tregua en la segunda mitad de agosto.
Criada de pequeña en Ciudad Jardín, pero actual vecina de Arroyo del Moro, María Dolores Márquez indica que el cierre «es muy triste. Nos hemos enterado de lo que está pasando y por eso hemos venido, no queremos que se cierre».
Para ella, el ambiente que se vive en estos recintos también es importantísimo: «Se junta mucha gente joven, muchos niños, estás al aire libre y es una cosa tradicional que nos hace no perder la esencia de nuestra cultura».
Recuerdos de infancia
Gonzalo Jiménez acude también al lugar con su esposa e hijos. Rememora los cines de verano de su infancia tanto en la capital, recordando el añorado Santa Rosa, como en Fuengirola, donde veraneaba y era habitual que sus padres le llevasen a recintos ya desaparecidos y muy numerosos.
«Era muy habitual entonces que durante las vacaciones fueses al cine de verano un montón de veces. Además, ponían películas de todo tipo o reestrenaban algunas de años anteriores», recuerda.
Córdoba llegó a tener más de 30 cines abiertos; hoy solo permanecen activos el Coliseo San Andrés, el Delicias y el Fuenseca
Para Gonzalo, si el cierre de gran parte de los cines de verano se produjera en 2026 -ya en 2023 no se abrió ninguno después de que muriera sorpresivamente el empresario Martín Cañuelo, dueño de Fuenseca, Delicias y Olimpia, y gestor del Coliseo San Andrés-, supondría una «tragedia», pues le parece una forma de diversión y una expresión cultural sana y para todos los públicos: «Puedes venir con los niños, pasarlo bien, cenar, charlar luego sobre la película, y al final se queda un recuerdo en tus hijos como se te quedó a ti en su día».
En definitiva, los cines de verano son para sus espectadores mucho más que proyecciones sobre una pantalla al aire libre: representan memoria, tradición y convivencia. Su posible cierre no solo dejaría vacías unas sillas, sino también una parte del alma cultural de Córdoba.
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