Este trámite tiene fecha del 14 de mayo y coincide además con la venta desierta de unos suelos que la Gerencia de Urbanismo sacó en marzo y que coincidía con el interés mostrado por esta empresa para ampliar sus instalaciones, circunstancia que dejó por escrito ya en julio de 2024. Eran suelos bajo la categoría IDR también, es decir, con uso de fabricación y con un mínimo de un 15% de la misma dedicada a investigación y desarrollo.
El Ayuntamiento activó en el citado mes de marzo el mecanismo habitual en estos casos. Los suelos que interesen a una empresa en concreto deben sacarse a concurso público por si alguna más quiere hacerse con ellos. En este caso, se abrió una licitación por valor de 1,59 millones (IVA no incluido, pues se abona con la adjudicación) que permitía hacerse con 16.528 metros cuadrados, distribuidos en cuatro parcelas, que conforman una manzana aledaña a su fábrica.
Se desconoce, por el momento, si esta ampliación de la fábrica actual de Escribano estaba contemplada y no es incompatible con el proceso de venta que ha quedado desierto y que fuentes del sector atribuyen al precio de la misma sin descartar una nueva salida al mercado agotando las opciones que permite la ley.
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