«La amnistía crea en España un estado de desigualdad»

Para Miguel Agudo, es un caso de discriminación positiva, y para eso hay que preguntarse «si se persigue un fin jurídicamente legítimo, admisible». Y en eso se falla, porque lo que se quiere es «perdonar a quien cometió delitos contra la Constitución». Se podría perdonar una malversación si es para tratar de urgencia una nueva enfermedad, pero no en el referéndum catalán, «por más vueltas que se le dé». «No es sostenible un estado de desigualdad», remató.

José Calvo Poyato tuvo palabras duras, ya que considera que esta ley buscaba sólo conseguir siete votos para la investidura de Pedro Sánchez. «Y es una amenaza grave, ya que en vez de buscar confluencia lo que nos hace es separarnos». Un político puede cambiar de opinión o postura, y así lo hizo Felipe González con la OTAN, «pero convocó un referéndum».

Miguel Ángel Pareja insistió en que la Constitución no menciona la amnistía, pero prohíbe expresamente los indultos generales: «¿Y si prohíbe lo menos, cómo va a permitir lo más? ¿Cómo vamos a explicar a una persona condenada por malversación que en Cataluña por llevar a cabo referéndum decimos que estuvo bien y que no hubo delito?».

Soledad Serrano también afirmó que la amnistía «pone en peligro la Constitución» y aseguró que la separación de poderes es fundamental para los ciudadanos y para las empresas. «Desde Zapatero los gobiernos son intervencionistas y actúan por decreto», manifestó.

Un papel fundamental ahí debe ser el de Andalucía, que, como recordó el magistrado, «dio un golpe en la mesa en 1977» para no quedar relegada en el proceso de configuración del estado de las autonomías: «Que reivindique su posición me parece maravilloso», concluyó.

La empresaria Soledad Serrano cree que si Cataluña tiene una deuda, la deben pagar sus instituciones, y no condonarse, mientras que José Calvo Poyato prefirió hablar no de diferencias, «sino de singularidades», y los andaluces «en aquel momento y ahora no quisieron ser más que nadie, pero tampoco menos».

Cerró el acto el presidente de la Diputación Provincial de Córdoba, Salvador Fuentes, que advirtió de que «no se puede utilizar la mayoría para atribuirse el poder supremo y la soberanía nacional». «La amnistía no supera el pasado, eso es falso. Suspende la aplicación del estado de derecho, y eso es grave», afirmó.

La clave de todo es la igualdad, insistió el profesor Miguel Agudo, y hay que defenderla en todos los terrenos posibles. Eso sí, Calvo Poyato se mostró un poco escéptico, porque, a diferencia de lo que sucedía en la transición, «ahora la gente es muy acomodaticia».

Es necesario conservar la Constitución y su espíritu, dijo Salvador Fuentes, que aseguró que «hay mucho sentido común a la derecha y a la izquierda» para hacerlo así, porque es necesario vencer el «desapego» que las generaciones ahora más jóvenes tienen por la Carga Magna y por la forma en que se aprobó.