Economía
Las empresas de Córdoba advierten los nubarrones pero sin que se paralicen inversiones «por ahora»
La confianza de los empresarios cae de forma relevante ante los problemas de suministros, la alta inflación y el entorno legal
El cambio de ciclo se deja sentir: la venta de vivienda cae un 3% en julio
Comercio y hostelería, en contra de las restricciones al alumbrado ornamental navideño
Grúas en unos suelos en desarrollo
La decisión de Amazon de paralizar, por criterios de prudencia, la creación de más centros logísticos (entre otros, el de Córdoba) plasma en la realidad lo que dicen los sondeos oficiales. La confianza empresarial no es la que era. Particularmente, ha empeorado en Córdoba ... si se toman los datos andaluces. Un diez por ciento de los empresarios creen que el trimestre entrante será favorable (el dato anterior era del 17%). Un 39 por ciento entiende que el trimestre que viene será desfavorable (dato anterior: 24,75). Es la mayor caída de la encuesta que realiza el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía cuando se comparan todas las provincias.
Es evidente que hay motivos para ver las cosas peor. La invasión rusa de Ucrania ha tenido efectos en toda Europa. La inflación se ha desbocado si se la compara con los tiempos recientes. Las cadenas de suministros están aún tocadas lo que genera más precios de insumos y más inflación en una suerte de muñeca rusa. La venta de viviendas cayó en julio. Las matriculaciones de coches (que suelen ser un termómetro de confianza de la economía familiar) están pasando otra época apurada. Los tipos de interés han iniciado una escalada.
La pregunta es si Amazon es un caso aislado o forma parte de un patrón de parón de la activación del dinero. Y la respuesta es compleja, según los operadores. Nubarrones, sí. Parón, no. Sectores como la fabricación de viviendas nuevas o el turismo siguen teniendo actividad. La logística, pese a la decisión del gigante del comercio electrónico también. Los fabricantes, la industria, es quien advierte de más lío por sus problemas con los suministros. Que las perspectivas han empeorado es evidente.
El caso concreto de Amazon lo explica Francisco Yélamo, responsable de Prourban El Álamo. Su empresa lleva años intentando crear una plataforma logística privada en Córdoba. Explica que, en estos momentos, la vara de medir del sector logístico se encuentra en el municipio de Yllescas (Toledo), convertido en una especie de macroextensión para el tráfico de mercancías. «Las operaciones y las consultas siguen llegando. Las opciones de compra de suelos, también». Yllescas prepara la habilitación de suelo
El directivo del sector entiende la decisión de Amazon como hija de su tiempo. «La subida de los tipos tiene la consecuencia de un parón en el consumo y quien tendría más impacto es el comercio minorista donde es la empresa de referencia", afirma. Pero todo no es comercio minorista en esta vida. Hay empresas industriales que siguen necesitando ordenar sus cadenas logísticas.
Miguel Ángel Tamarit es el vicepresidente de Pegasus y se encuentra muy ligado a Asfaco, la entidad que agrupa a los grandes fabricantes. Entiende que la situación actual puede conducir a la empresa a «aplazar o replantear» inversiones que generen un riesgo. «La situación ha cambiado», reconoce, y las empresas se piensan llevar a cabo este tipo de actuaciones en un entorno volátil. Tamarit explica que hay varios factores: el estrangulamiento de la cadena de suministros, la inflación, el precio del dinero, el entorno fiscal y el impacto de la regulación concursal. Todo ello puede «ralentizar inversiones».
Dos profesionales que trabajan con inversores son los arquitectos Rafael Castelló (Castelló Asociados) y Francisco Paniagua (Áltimum Consultoría). Son buena vara de medir porque trabajan con distintas ramas de actividad y operan a futuro. Son los responsable de crear las instalaciones que usarán las empresas en su actividad. Operan, además, tanto en el mercado de la vivienda como en el hotelero, alojamientos e incluso logística.
Ambos tienen una visión parecida. Creen que, de momento, parón no. Castelló sí que realiza una precisión: «Cuando esto se para, se para de golpe». Paniagua explica que participa en desarrollos logísticos y siguen adelante. Tiene también actividad en otros subsectores como el turístico y que la actividad no se ha parado, al menos por el momento. Se pueden ver ya los trabajos de varios hoteles nuevos como la ampliación de la Casa Colomera sobre la antigua Casa Barrena y las operaciones del nuevo establecimiento frente a la Estación de Córdoba están en marcha. La indefinición de los precios es el mayor problema.
Castelló tiene una tesis sobre la situación del mercado de la vivienda donde, asegura, siguen entrando iniciativas. Un piso actualmente se compra a tiempo vista. «Con los niveles de inflación actuales, a lo mejor ahora te venden una vivienda de 200.000 euros pero dentro de dos años no te vende nadie nada«, explica.
María Dolores Jiménez preside Construcor, la patronal de la construcción, y es la máxima ejecutiva de Jícar, una empresa que toca varios palos. Sobre el caso concreto de Amazon, entiende que es una decisión que, si a alguien perjudica, es a Amazon. «Córdoba tiene futuro», explica, dada la situación del desarrollo logístico con la situación creada por la llegada de la Base del Ejército de Tierra que va a generar nuevas dinámicas.
Su análisis se centra en los precios. En lo que se paga por realizar trabajos en su sector tanto a las administraciones públicas como a las empresas privadas. Y lo que entiende que es no se puede sostener una situación en la que la retribución siempre es a la baja y los márgenes se convierten en mínimos. En este caso, la inflación energética, explica, es la clave ya que genera distorsiones desde el mismo momento en que se realiza un movimiento de tierras. La subida de precios de los suministros es una lluvia fina que afecta a todo.
Jiménez asegura que es fundamental que los contratos, públicos y privados, contengan especificaciones de revisiones de precios mensuales para adaptar los costes a la realidad. En los contratos públicos, explica que se utiliza un sistema de medias que, por sistema, implica bajas del 20 por ciento sobre el precio de licitación. Y afirma que se han tenido que parar contratos porque salían, de partida, con cantidades que no tienen nada que ver con la realidad del mercado. Mientras más corta sea la obra y la empresa que la ejecute sea más pequeña, el daño que se realiza, explica, es mayor.
En su sector, siguen llegando nuevos encargos en materia residencial. «Demanda hay», afirma. Otras cosa es cómo evolucionen la situación a partir de ahora con aspectos como los precios que se pueden ofrecer al público o el coste de la financiación.
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