Sequía

Emacsa reitera que la ciudad de Córdoba tiene agua para «dos años o dos años y medio»

No prevé adoptar nuevas medidas a corto plazo, más allá de las activadas en el baldeo o las fuentes

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La ruta de la sequía en la provincia de Córdoba

Imagen de San Rafael de Navallana, uno de los pantanos de que se nutre Córdoba valerio merino

El gerente de Emacsa (la empresa municipal de aguas de Córdoba), Rafael Serrano, abordó, en declaraciones a ABC, cómo afronta la capital la sequía que sacude a nuestro país. Su mensaje ha tenido una doble vertiente: de calma, porque reiteró ... que el suministro está garantizado a corto y medio plazo, pero también de responsabilidad, porque, desde finales de 2021, esta sociedad viene tomando medidas para fomentar el ahorro de este bien cada vez más preciado.

Serrano aseguró que hay que «tranquilizar a los cordobeses, porque hay agua garantizada para dos años o dos años y medio». «Porque actualmente nuestro principal abastecimiento de aguas está en el embalse del Guadalmellato, que está a un 40% de su capacidad. Son unos 60 hectómetros cúbicos y nuestra ciudad de Córdoba está consumiendo en torno a 22 ó 23 anuales. Hay que tener en cuenta que no todo el agua está disponible al haber evaporación y al existir una última parte de ella [la cercana al suelo del pantano] que costaría mucho tratarla para mantener nuestros niveles de calidad».

«Tenemos también San Rafael de Navallana como segundo abastecimiento y como último recurso podríamos hasta bombear desde el Guadalquivir», aseguró, para añadir que «la nuestra es una situación de privilegio en cuanto a garantía de suministro, pero tenemos vecinos que lo están pasando mal [en alusión a los problemas de abastecimiento del Norte de la provincia] y no somos ajenos a su situación».

De hecho, recordó que Emacsa se «adelantó» a un escenario de sequía que se ha ido agravando y «en noviembre ya tomamos las primeras decisiones correctoras». A corto plazo, para el periodo otoño-invierno, Emacsa no contempla tomar nuevas medidas para reducir el consumo.

El gerente de la sociedad municipal de agua repasó las actuaciones que ya están en marcha. Recordó que a finales del pasado año instaron a Sadeco para que «no baldeara con agua potable la ciudad». «Eso supone un ahorro considerable. A cambio, nosotros tenemos una tubería de agua no potable que es la que usa la empresa municipal de limpieza para cargar sus camiones y poder baldear de esa otra forma», explicó Serrano.

Añadió que «potenciamos el riego con agua no potable a través del depósito que tenemos en la Asomadilla, donde llega agua procedente del lavado de filtros de Villa Azul, que se estaba tirando y que ahora se reutiliza para regar los jardines de Córdoba». «Ése es el camino para ahorrar la potable», sostuvo.

Otra decisión que se adoptó fue relativa a las fuentes que «no tienen recirculación del agua [en ellas, el líquido elemento una vez que sale se pierde por el desagüe]». «Ésas las cortamos o les redujimos mucho el tiempo de funcionamiento y se disminuyó la presión en todas las fuentes. Así el gasto de agua es más pequeño». Apuntó que del mismo modo Emacsa está realizando «potentes campañas de concienciación» de la ciudadanía para fomentar «un uso racional y responsable» de un bien cada vez más escaso.

Una persona, ayer pescando en San Rafael de Navallana valerio merino

Serrano añadió que Emacsa realiza una «inspección proactiva de sus redes. Actuamos en la revisión de todas ellas, de forma que la pérdida de agua sea la mínima posible». Y quiso destacar que el «esfuerzo» durante muchos años de esta compañía municipal se refleja en el hecho de que «el 94% de nuestra red esté renovada. Invertir en esta materia es generar ahorro de agua y de dinero para todos los cordobeses, porque luego cuesta arreglar menos las averías si eres tan proactivo como nosotros».

«Perdemos del total de volumen de agua menos de un 6%, cuando la media del sector es del 25% o el 30%. Pero dicha pérdida también hay que perseguirla»

Rafael Serrano

Gerente de Emacsa

«La pérdida de agua es muy pequeña. Perdemos del total del volumen menos de un 6%, cuando la media del sector es del 25% o el 30%», añadió. No obstante, luego puntualizó que «dicha pérdida de menos del 6% también hay que perseguirla y rebajarla al más mínimo posible».

Serrano expuso que Emacsa cuenta, ante la sequía, con un plan de contingencia con tres escenarios: prealerta (el que está vigente actualmente); alerta y emergencia. Las decisiones que se vayan adoptando dependerán de «cómo evolucione el volumen de agua del Guadalmellato». «Si empeora, tomaremos las medidas necesarias para garantizar el suministro a toda la ciudad. También hay que tener en cuenta que los meses de verano es en los que más agua consumimos», reflexionó.

Explicó que en el año hidrológico que se acaba de despedir —el nuevo ha arrancado en septiembre— ha sido un periodo en el que «ha habido un descenso importante en el agua embalsada». Porque, siguió, «aunque llueve de una forma parecida en volumen», las precipitaciones ahora son en episodios «muy intensos de agua, que no se puede aprovechar, porque la tierra está muy seca, el líquido corre, no se llenan los acuíferos y no llega a los embalses». De cara a los próximos meses, apunta que «prevemos que sea un otoño-invierno con un poco más de lluvia».

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