Con su rescate, Emacsa quiere generar una suerte de red de seguridad, «desde la captación hasta la planta de tratamiento de Villa Azul». Porque hay que tener en cuenta que la primera conducción, compuesta de cinco tramos, tiene una segunda con un trazado paralelo -entró en servicio en 1978- y es sobre la que descansa la garantía del abastecimiento a la ciudad.
En 2008, se ejecutaron los trabajos sobre uno de los tramos de la primera conducción. En abril de 2025, se adjudicaron las obras de la segunda fase a Dragados por 5,1 millones -los trabajos durarán 20 meses-. A ello hay que sumar que el consejo de administración de Emacsa abordará este miércoles activar el expediente de contratación de la tercera etapa de este proyecto. El presupuesto de licitación es de 5,28 millones.
Principales inversiones
En su reunión de este 17 de septiembre, se abordará también el Programa de Actuación, Inversiones y Financiación (PAIF) de Emacsa, el documento clave para los presupuestos de 2026. En él -además de la previsión de ingresos, que incluye una subida el próximo ejercicio del precio del agua del 2,1%, y gastos-, se recogen las inversiones para el año venidero. Ascenderán a 23,5 millones.
De esa cantidad, el principal capítulo serán 8,3 para finalizar en 2026 el tanque de tormentas del Balcón del Guadalquivir. Este gran proyecto de obra pública, cuyo presupuesto total es de 22,2 millones, absorberá 35 de cada cien euros de las inversiones.
El otro gran apartado de desembolso son las conducciones de agua bruta, de la citada primera conducción. A él se destinarán en el próximo ejercicio 5,2 millones. Esa cantidad supone el 22% de los citados 23,5 millones para desarrollar proyectos.
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