Tercer aniversario de su muerte
El día que Julio Anguita lloró a las afueras de Córdoba cuando fue elegido alcalde
El político dejó constancia en el libro «El tiempo y la memoria» del desgarro personal que le supuso asumir el bastón de mando de la capital en 1979
Así fue el paso de Julio Anguita por la Alcaldía de Córdoba
Baltasar López
Córdoba
Córdoba vive este martes el tercer aniversario de la muerte de Julio Anguita, un político sin el que no se entiende la historia reciente de la ciudad. Fue el regidor que pilotó el Ayuntamiento durante los complejos años en los que la democracia iba ... arraigando en la capital y en el resto del país.
Fue el primer edil de 1979 a 1986. En el primer mandato, lideró un gobierno de concentración entre el PCA, el PSOE y los andalucistas. Y en el segundo, arrasó, logrando una mayoría absoluta, si bien no llegó a completarlo. En 1986, dimitió para ser candidato a la Presidencia de la Junta en las autonómicas ya por las siglas de IU.
Elecciones municipales Córdoba 2023 | Éstos son todos los alcaldes que han gobernado Córdoba y sus partidos
Baltasar LópezEn el presente ciclo democrático, la ciudad ha tenido nueve regidores, pertenecientes a PCA (IU), PP y PSOE
Lo que quedó en segundo plano, aplastado por la enorme figura política que fue creciendo hasta proyectarse al conjunto del país a través de la coalición de izquierdas, fue el desgarro personal que le supuso tener que tomar el bastón de mando y dedicarse por completo a la política.
Anguita lo contó en el libro «El tiempo y la memoria» (La Esfera de los Libros), elaborado con el periodista cordobés Rafael Martínez-Simancas. En esta obra, un recorrido por su largo paso por la escena política, confesaba que la noche de las municipales de 1979, cuando ya se vio que iba a ser alcalde -el PCA fue la fuerza más votada-, lejos de lanzarse a festejar, lo que hizo fue coger su coche y marcharse «a las afueras de Córdoba».
«Y allí me puse a llorar. Era muy tarde, los compañeros esperaban mi regreso para compartir el entusiasmo con ellos... pero tenía que despedirme del Julio que no volvería más». El otro Julio quería conseguir una cátedra de Historia Moderna y seguir con su militancia «anónima». Pero ya le tendría que dar paso durante años y años al político. No obstante, tras salir de la primera línea pública, Anguita, antes de jubilarse, volvería a dar clases.
Un resultado sorprendente
Para entender el impacto que el resultado de la noche electoral causó en aquel entonces joven profesor, hay que recordar que, como él señalaba en el libro, «ni el más optimista» podía suponer que el PCA estuviera «por encima de cinco o seis ediles». Sacaron ocho -fueron, como se ha indicado, la fuerza más votada-, y, gracias a los acuerdos estatales PSOE-PCE, se convirtió en primer edil.
Pero no todo es tan intenso en el citado libro. La obra también cuenta con pasajes que ilustran lo que fue poner en marcha un Ayuntamiento en el arranque de la etapa democrática. Así, en uno de ellos, realmente desternillante, relataba lo que le pasó a su edil de Hacienda en el primer mandato, José Luis Villegas, cuando preguntó al funcionario responsable por la relación de terrenos y edificios municipales: «Éste le respondió señalándose la cabeza. «Están aquí», le dijo. Todo nuestro patrimonio residía en la mente de un funcionario. ¡Un disparate!», rememoraba Anguita.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete