notable deterioro
Detectan numerosas grietas en el antiguo convento del Valle de Lucena
El Consistorio estudia una solicitud de ayuda para actuar en lo que es hoy un comedor social
Lucena dice adiós a las monjas del comedor social
José María García
Lucena
El movimiento de algunos pilares de la fachada y las filtraciones de agua de una red muy antigua, mil veces reparada en función de las posibilidades económicas del momento, han hecho que la antigua residencia de Jesús Abandonado (originariamente convento del Valle), que ... hoy alberga el comedor social Virgen de Araceli, presente unas preocupantes grietas en numerosas zonas de la edificación. Así lo señaló el párroco de la Sagrada Familia y responsable del comedor social, Fernando Martín, que ha puesto en marcha distintas iniciativas que, en una primera fase, persiguen principalmente conocer con exactitud el origen del problema y la magnitud del mismo.
Martín indicó que «se han movido los pilares de la portada a través de la cual se accede al comedor y eso parece haber provocado en el interior grietas importantes, movimientos del suelo de la planta baja y la superior, rotura de tuberías y muchos desperfectos».
Para conocer el alcance exacto del problema, hace unos meses se encargó un estudio geotécnico con ayuda de una subvención recibida del Ayuntamiento de Lucena, que determinó la existencia de un suelo un tanto inestable como consecuencia de posibles filtraciones de agua.
Según el párroco, «no es que haya un peligro de derrumbe, pero la casa está en una situación bastante lamentable», por lo que se ha solicitado al Consistorio una segunda ayuda a través del programa de subvenciones para actuaciones sobre el patrimonio local, actualmente en fase de estudio de las propuestas presentadas.
Mantener la labor social
«Con ese dinero pretendemos reformar poco a poco la casa, pero todo apunta a que habría que hacer un recalce de la cimentación, que supondrá una inversión cuantiosa», afirmó Martín, que hizo también un llamamiento a que instituciones, empresas y ciudadanos colaboren con esta iniciativa.
«Solo pretendemos que la casa siga estando abierta a la labor social que siempre ha tenido», apuntó el párroco de la Sagrada Familia, que recordó que, a lo largo de las últimas décadas, se han llevado a cabo en el conjunto monumental muchas intervenciones, sin que existan hoy unos planos concretos que definan por dónde van las canalizaciones, lo que dificulta atajar el problema de unas filtraciones que son evidentes y están dejando un rastro de grietas, en algunos casos de más de un centímetro de grosor, en distintas paredes y muros de este edificio histórico.
Este convento fue fundado por los Franciscanos Descalzos (Alcantarinos) en 1713, entonces extramuros de la ciudad, junto a la ermita de la Virgen del Valle, de la que se tiene constancia desde 1548. Desde hace unos años acoge el comedor social Virgen de Araceli.
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